En ese trayecto se está reparando el asfalto. Las pericias deberán determinar las causas que "des- ramaron" dos familias con todas las consecuencias posteriores. Sin embargo, debemos alertar sobre una situación que nos parece fuera de todo el sentido común y que está llevando adelante la concesionaria del peaje del sector. Se sabe que las ganancias de estos empresarios son siderales, pero para asombro de los automovilistas que transitan por la ruta se puede observar en ambas manos de la cinta asfáltica (inicio y finalización de la obra de reparación) que se disponen muñecos tamaño real, vestidos de obreros y con la bandera roja levantada, alertando a los que transitan por la ruta para que aminoren la velocidad porque están trabajando empleados con maquinaria pesada. Los muñecos no cobran sueldo, trabajan las 24 horas sin cambio de turno, no tienen hambre ni sed, ni protestan por sus derechos. En resumen bajan los costos de las empresas que licitaron estos trabajos. Sin embargo la importancia del reemplazo de estos muñecos por personas de carne y hueso, pasa por otra arista. Se debe pensar, que si existe un problema en las cabeceras donde están estos "empleados" (por ejemplo un accidente); los reemplazos no pueden comunicarse con los encargados que están a centenares de metros, tampoco piensan en alternativas posibles a seguir, ni siquiera pueden brindar auxilio si hubiese alguna víctima, solo pueden levantar una bandera y mantenerla fija en el aire. Para pensar y dar una urgente solución.
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