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22/05/2015
Deportes

Fútbol argentino en agonía por Gonzalo Calvigioni


Siete días pasaron de una de las páginas negras en la historia del fútbol argentino. El nombre de Emanuel Ortega sacudió al mundo de la pelota después de su fallecimiento a causa de una fractura de cráneo al impactar contra una pared a metros de la línea del lateral. Por la desaparición del futbolista AFA tomó la determinación de suspender la actividad de todas las categorías a lo largo y ancho del país.


Unas horas después del deceso el show continuó en el plano internacional. Por la noche Boca y River no pudieron completar los últimos 45' de la vuelta por los octavos de final de la Copa Libertadores. El cotejo fue sus- pendido por agresión con gas pimienta (en un principio) a los jugadores millonarios. De ahí hasta el fallo de la Conmebol es historia conocida. Rumores, afirmaciones, dudas, certezas, nombres, responsabilidades propias y ajenas invadieron diarios y canales de televisión.
Lamentablemente el que perdió es el fútbol como juego.
Sergio Berni aseguró que el operativo de seguridad compuesto con 1300 agentes fue un éxito y él ordenó que los futbolistas se queden dos horas en el campo de juego para luego ir a los vestuarios. Pero nadie fue detenido. Tampoco fue restringido el ingreso de las bengalas. O sea lejos estuvo de ser exitoso lo planeado.
Todo fue desconfianza. Por un lado si los jugadores de River tenían quemaduras de primer grado y las córneas lastimadas, simulaban y no querían jugar el segundo tiempo. Por otro lado sus colegas no son menos.
Arruabarrena les ordenó solidarizarse con el rival e irse juntos de la cancha pero ellos desobedecieron a su DT. También al árbitro Dario Herrera y se formaron para jugar su partido en un claro demagógico.
En cualquier lugar de Argentina no se habló de otra cosa que del penoso final de la trilogía superclásica. El fallo de la CONMEBOL generó polémica ya que para la ma- yoría fue una sanción leve. FIFA pidió una pena ejemplar, similar a las que se les aplica a los clubes en Europa. En Sudamérica no sucede lo mismo. Pero si tomamos los antecedentes el castigo a Boca es duro para lo que es nuestro continente.
La CONMEBOL a la hora de tomar la decisión priorizó muchas cuestiones. Excluir al xeneize de la edición 2016 originaría pérdidas económicas. La TV habría ejercido presión como seguramente lo hizo la marca de la "pipa" que lo viste. Poder y negocio.
Increíblemente fue gracias a una cámara de FOX que la justicia pudo determinar a los responsables del acto cometido siendo Adrián Napolitano el autor material. El propio "Panadero" rompía el silencio no con una entrevista convencional sino con un mensaje de voz grabado a través de la aplicación WhattsApp: "…Por ahí no había ninguna cámara y zafo, lo hice sin darme cuenta, jamás quise hacer eso. Hace 25 que voy a la cancha, nunca un problema.". Difícil creerle. Pese a todo no quedó detenido porque el hecho realizado no es un delito. Pero no es el único responsable. Probablemente lo habría hecho a cambio de dinero y una promesa a futuro.
Pero esto refleja el momento que atraviesa el deporte más lindo del mundo en Argentina. Lo dijo el pro- pio Marcelo Gallardo al asegurar que "están matando al fútbol" en una conferencia de prensa para escucharla varias veces por las reflexiones brindadas. Todo lo contrario resultó las declaraciones de Arruabarrena. Tiro más nafta al fuego en vez de ayudar a apagar el incendio: "pensé que River tenía valores, me confundí" disparó. También aseguró que su rival sacó ventaja. En vez de sumar se resta.
Mientras tanto Daniel Angelici renunció a la vicepresidencia de la Asociación Argentina de Fútbol. Según Lammens, el mandatario "está agotado con todo lo que pasó"
Esperemos que todo conduzca a encontrar soluciones aunque todo indica que nada de eso sucederá. No tienen que quedar en una pelea interna política de Boca.
Generalmente escuchamos "la sociedad es así". Es una forma de culpar livianamente. La mayor parte de la gente no sale de su casa a tirarle gas pimienta en los ojos al vecino o algún desconocido.
Es un hecho que la detección de 11 energúmenos no ter- minará el problema. El bochorno no debe pasar al olvido. No siempre "muerto el perro, se acabó la rabia". Los barras mantienen negocios y es una misión difícil cortárselos. Pero no imposible. Se necesita voluntad de los políticos, policía, justicia y la sociedad. Es de todos la responsabilidad de que esto cambie. Sino no es el fútbol.
En un momento se tiene que parar la pelota y empezar de cero para que el fútbol sea civilizado. De lo contrario todo continuará mal o peor.
*Periodista. Director Tècnico Nacional de Fùtbol


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