Si bien la picazón es el síntoma más conocido de la pediculosis, ésta no es su peor consecuencia. No tratarlos deriva en que "el rascado desesperado de los chicos les provoque microheridas en el cuero cabelludo lo que, a su vez, permite el ingreso de bacterias al organismo procedentes de la materia fecal del insecto, que pueden generar infecciones, irritación excesiva en el caso de las personas alérgicas, costras, supuración y la inflamación de los ganglios", explicó Alicia Rossito, dermatóloga del hospital provincial Sor María Ludovica de La Plata. "Si bien es una lucha de todo el año, abril es la época del ciclo lectivo con mayores niveles de infestación, porque el calor y la humedad crean el clima propicio para estos parásitos", advirtió el director provincial de Atención Primaria de la Salud del Ministerio de Salud, Luis Crovetto, y agregó que "es un problema epidemiológico mundial, que en su mayoría afecta a niños sin distinción de clases sociales". Si bien el piojo no salta como se suele creer, el contagio es muy simple: se produce por contacto directo de una persona infectada con otra, o bien por compartir elementos que pueden tener piojos, como peines, cepillos, colitas, fundas de almohadas, toallas y hebillas. "Los tratamientos, o sacar los piojos en forma regular con el peine fino, no sirven si no se toman medidas con esos objetos en los cuales el parásito puede vivir hasta 48 horas", agregó la doctora Rossito y recomendó que todas las cosas que estén en contacto con la cabeza se laven y, si es posible, se las deje fuera de la casa a una temperatura ambiente baja durante un par de noches. "Los piojos pueden vivir fuera del organismo humano sólo si se dan ciertos niveles de humedad, de entre el 70 y el 90 por ciento, y una temperatura de alrededor de 30 grados. Por lo tanto, si los elementos que están en contacto con la cabeza se dejan fuera del hogar durante la noche lo más probable es que no sobrevivan", explicó Rossito. Los especialistas recomiendan, además, lavar y planchar las sábanas en forma frecuente y, muy especialmente, las fundas de las almohadas para evitar volver a contagiarse luego de un tratamiento con pediculicida. Incluso, aquellas familias que tienen freezer lo pueden utilizar para colocar los objetos que están en contacto con la cabeza, "habida cuenta de que con las bajas temperaturas, el piojo muere", comenta Rossitto. Por otra parte, la especialista asegura que, más de una vez, los pacientes llegan al Hospital por otras patologías del cuero cabelludo y recién de ese modo indirecto, se llega a la pediculosis como causa primaria de la afección. Frente a eventuales dudas sobre qué productos es factible usar y cuáles son peligrosos para combatir la pediculosis, se puede consultar a la línea gratuita del servicio de Toxicología del hospital provincial Sor María Ludovica, centro de referencia provincial: 0800-222-9911 o al (0221) 451-5555.
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