La zona Nucleo Sur comprende los partidos bonarenses de Alberti, Baradero, Bme. Mitre, Bragado, Capitán Sarmiento, Carmen de Areco, Chacabuco, Chivilcoy, Colón, Gral. Arenales, Junín, L.N. Alem, Pergamino, Ramallo, Rojas, Salto, San Antonio de Areco, San Nicolás de los Arroyos, San Pedro, Sui- pacha, Zárate, Constitución, Gral. López.
Preocupa el aumento de siembra de granos gruesos
Luego de una campaña en donde en la zona Núcleo Sur se sembró una hectárea de granos finos por cada nueve de granos gruesos, los técnicos advierten que para la sustentabilidad productiva la relación no podría continuar cayendo. Esta es una de las principales conclusiones del Informe realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) luego de una gira por la Zona Núcleo Sur, que abarca departamentos del norte de Buenos Aires. En ese sentido, los especialistas aseguraron que el principal motivo para incluir trigo o cebada en la rotación es la necesidad de realizar una cobertura invernal del lote, sirviendo además para mejorar la estructura del suelo. El área implantada con cereales in- vernales durante el ciclo 2014/15 cerró en 348.000 Ha, superficie compuesta en un 84% por trigo y en un 16 % por cebada. La trilla de estos cereales se realizó anticipadamente a causa de las elevadas temperaturas primaverales. Como consecuencia, la soja de segunda se implantó temprano, pudiendo mejorar el resultado del doble cultivo, agrega el informe. Además, la BCBA detalla que luego de un incremento pronunciado en la campaña 2012/13 del área con cebada, el cultivo se fue retirando de los planes de siembra para dejar lugar al trigo. Sin embargo, el área total implantada con fina continuó decreciendo levemente a nivel zonal.
Como viene la soja
Con respecto a la soja, los técnicos resaltaron que al momento de la recorrida, entre el 2 y el 6 de marzo, los cuadros de primera presentan excelentes condiciones, mos- trando un gran porte y han llegado a diferenciar un buen número de vainas. En tanto, para los lotes de segunda la situación también es muy buena, aunque el potencial de rendimiento sea menor. Por otra parte, se advierte que "debido a los elevados costos productivos, se acotó el uso de fertilizantes e ino- culantes tanto en cantidad como en calidad. Pese a esto, los rendimientos esperados para la campaña sojera van de los 35 a los 45 qq/Ha en promedio según localidad. Es probable que lotes individuales entreguen productividades cercanas a los 50 qq/Ha, pero de ningún modo sería el promedio regional", indicó.
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