El médico pediatra encarnó durante cuatro años para el electorado local, el núcleo "duro" de la oposición. La aparición del ex intendente Mazzieri lo deja en un segundo plano y deberá esforzarse para evitar una bipolarización electoral en las urnas. La proyección a las PASOS indica que habrá una fuerte contienda por los sufragios entre el actual intendente Ricardo Casi (FpV) y Carlos Mazzieri.
Se debe tener en cuenta que el oficialismo colonense no puede partir con no menos de 30 puntos de intención de votos. Sin embargo una versión indica que Mazzieri contrató en forma privada una encuesta (antes del jueves) que lo favorece ampliamente. La misma daría que en su mayoría los colonenses buscan un cambio de rumbo hastiado por "fallas crónicas" en el municipio.
Sin embargo, todo el arco opositor deberá repensar estrategias. Tanto, Nuevo Encuentro, El AMIC, El PRO, o las dos vertientes de Sergio Massa ( Adrián Fernández y Adrián Policani) deberán reflexionar cual será el derrotero elegido de cara a octubre. En las presentaciones electorales de Carlos Mazzieri hubo una reducción de candidatos, aunque se debe recordar que en la década de los ochenta y los noventa, había una bipolaridad electoral que se rompió en el 2001, con la aparición de Gerardo Soria del AMIC , donde pudo consagrar a dos concejales.
En este difícil contexto, en un encuentro realizado por el Frente Renovador en Rojas, Martín Caso el referente en la Segunda Sección Electoral de Sergio Massa lanzó a Adrián "Fofi" Fernández como pre- candidato a Jefe Comunal de Colón.
Por último con la posible candidatura de Mazzieri, se vendrá todo un reacomodamien- to político. Es como si una fuerza invisible pateara un hormiguero. A los primeros momentos de incredulidad, se comienza a digerir la noticia. En las próximas semanas habrá muchas novedades a la vuelta de la esquina y por lo menos la formación de tres grandes frentes electorales.
La Provincia
Andrés Lavaselli señaló en su comentario "Bajo el manto de la indefinición de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Daniel Scioli y Florencio Randazzo, los dos actores principales de la interna en el Frente para la Victoria, profundizaron sus estrategias divergentes, en un escenario todavía incierto pero en el que comienzan a consolidarse los ejes de algunos debates clave. Mientras tanto, en la oposición, la espera de las decisiones de la convención del radicalismo sobre las eventuales alianzas ralentiza los armados.
Promotor de la "unidad" ante caciques territoriales del peronismo, aunque convencido de que triunfará en una interna que por ahora la Casa Rosada apadrina con énfasis, Scioli dedicó buena parte de su semana política a conversar sobre una de las variantes de ese tópico con intendentes del Conurbano (en especial con los de la electoralmente determinante tercera sección). Escuchó allí a varios alcaldes con una preocupación común: la aparición de listas que adhieran al FpV pero que vayan por fuera a nivel local.
Se trata de la versión 2015 de un debate ya añejo, el de las colectoras y su impacto en los liderazgos locales asentados, que representan los inten- dentes. Sabedor de que las definiciones son de la Presidenta, el gobernador escuchó y buscó contener. En su entorno, traducen y casi chicanean: "Nosotros queremos a todos en la interna del FpV, no queremos repetir la experiencia de (el actual titular de la AFSCA Martín) Sabatella", que fue por fuera en su momento.
En rigor, se trata del capítulo si se quiere más "micro" de un debate mayor de estas horas, centrado en cómo resolverán el kirchnerismo duro y el peronismo tradicional más o menos alineado con la Casa Rosada las diferencias que seguro surgirán a la hora de armar las listas. Y que se cargó de suspicacias luego de la salida del histórico operador peronista Juan Carlos Ma- zzón tras no asegurar a camporistas lugares "a salir" en las listas para las elecciones en Mendoza y ayudar a Scioli en el armado de algunos encuentros peronistas.
Pero si Scioli busca dar seguridades a los intendentes que podrían un punto de apoyo sustancial para sus aspiraciones, también emite mensajes hacia Olivos. El retiro de la candidatura porteña de Gustavo Marangoni, va en esa línea. Y tiene en una eventual retribución en el armado de la lista de diputados nacionales por la provincia uno de sus objetivos mediatos: en La Plata saben que esa es una papeleta con chances de unificarse en agosto, y aseguran que respetarán lo que mande "la conductora", CFK.
Por lo demás, nadie sabe qué decidirá Cristina Kirchner. Mientras tanto, todos se preparan para una interna que a esta altura tiene visos de indefectible, sobre todo si no hay unidad por el lado de la oposición. El interrogante es si la Presidenta profundizará los gestos de apoyo a su ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, hasta transformarlos en un respaldo explícito que lo transforme en su representante en la interna, previa depuración del resto de los contendientes que sembró en los últimos meses. Allí tampoco hay certeza, pero algunos movimientos todavía en ciernes podrían aportar pistas. Aunque aún subterráneo, el más notorio lo protagoniza el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. Es que aunque aún mantiene su candidatura en público, Do- mínguez habría comenzado a imaginar opciones para "bajar" a la Provincia y a la idea inicial de postularse en la tira de Randazzo ahora le habría encontrado una variante: ser el candidato "único", que no es lo mismo que ser el de "unidad". El ministro, en tanto, tiene previsto el lanzamiento del "randazzismo" con un acto en los próximos días, en el que profundizará el discurso anti Scioli que viene desplegando y que consiste en trazar la línea divisoria por el eje "corporaciones o anti corporaciones", con la idea de identificar al gobernador con Macri y Sergio Massa. La idea es consolidar votantes K y mostrar hacia "afuera" su gestión en los ferrocarriles, para tratar de superar su mayor limitación: la dificultad de traccionar voto opositor.
En el sciolismo, Carlos Gia -nella, mano derecha del jefe de Gabinete, Alberto Pérez, que también es jefe de campaña del gobernador, sintetizó una respuesta a Randazzo que apunta a seducir el corazón electoralmente pragmático del PJ y da indicios de la estrategia de su sector frente a los cues- tionamientos del ministro: "nos dicen que no se puede tener un millón de amigos. Pero tampoco es saludable tener un millón de enemigos", dijo el funcionario.
Mientras, en ese campamento aseguran que Scioli se mantendrá con discurso "ultra K" al tiempo que dejan abierta la posibilidad de la unidad. Es que creen que si Cristina extiende las definiciones beneficia implícitamente al gobernador y pierde, en términos relativos, capacidad para imponer decisiones. Y exponen otro razonamiento: si el juego de la Presidenta no es equilibrado, una derrota de Randazzo en las PASO tendría para ella un mayor costo político".
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