La iniciativa presentada por el legislador socialista Alfredo Lazzeretti es a raíz de la cantidad de arsénico en el agua utilizada para consumo, y a partir de los resultados se espera poder avanzar en las alternativas de tratamiento más convenientes para cada caso, de manera de cumplir con la normativa vigente. Dicho relevamiento deberá realizarse tanto en la localidades que cuenten con un sistema de distribución de agua por red, como en aquellas ciudades y asentamientos rurales que no cuenten con el mismo y además se deberá tener en cuenta los estudios, investigaciones y las alternativas de tratamientos de saneamiento del agua efectuados por las Universidades Nacionales con asiento en la provincia, la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y los institutos de investigación públicos. "Nuestro país, y en particular nuestra provincia, cuenta con regiones que están seriamente afectadas. Consideramos importante, que los intendentes faciliten a las Universidades Nacionales que cuentan con investigadores que trabajan el tema, la realización de diversos análisis del agua de sus municipios, con el objetivo de contribuir a conocer en profundidad la calidad de agua que toman nuestros vecinos", indicó Lazzeretti. La Organización Mundial de la Salud estableció como límite máximo permitido de arsénico para consumo humano el valor guía provisional de 0,01 mg/l. El Código Alimentario Argentino en 2007 estableció un plazo de límite de cinco años para su adecuación, aunque transcurrido ese plazo, se prorrogó el mismo por otros cinco años. Dicho proyecto se encuentra inconcluso y actualmente no se cuentan con datos sobre los niveles de arsénico en la mayor parte del territorio bonaerense. Por otro lado, la ley Provincial 11.820 establece el marco regulatorio de la prestación de agua potable y, en su Anexo A, Tabla II, establece en 0,05 mg/l el límite tolerable y provisorio para el arsénico en agua de red, el cual se encuentra por encima de los límites fijados por la legislación nacional. Sin embargo, muchísimas ciudades están por encima de los niveles que establece la OMS y en algunos casos hasta superan el 0,05 mg/l. Ciudades como Las Flores, Junín, Lincoln, 9 de Julio Casares y Pehuajo arrastran desde hace tiempo esta problemática, y ante el aumento de la tarifa que estudia Absa para varios partidos, los reclamos comenzaron a hacerse escuchar tanto en concejos deliberantes como en asociaciones de consumidores. Consumir arsénico en pequeñas dosis durante mucho tiempo, es decir, por lo menos 5 a 10 años, puede producir una enfermedad que se llama HACRE: hidroarsenicismo crónico regional endémico. En la actualidad, también se está estudiando la incidencia del consumo de arsénico en los problemas de tiroides. (DIB)
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