El martes cerca de las 11.45, y tras un llamado de oficio (supuestamente al ser escuchado por radio) de la Fiscalía Descentralizada de Colón fue citado el concejal del FAP Dr. Ulises Portillo y los concejales del FplV se presentaron a la justicia (Fiscalía Descentralizada) y presentaron una denuncia contra Ulises Portillo por sus dichos en la legislatura local.
Ahora Portillo deberá ratificar, rectificar sus dichos o el tercer camino según los últimos fallos judiciales de la justicia per- gaminense ampararse en sus fueros. Una fuente cercana a Portillo argumentó "ahora la verdad está en las actas. Portillo no dijo lo que los opositores quieren endilgarle".
Más allá del tema político coyuntural, la trata de personas es un delito que debe ser investigado en profundidad, la relación de un posible recambio con otras provincias, y el ingreso de estupefacientes a la región. (Rojas, Junin, Venado Tuerto,, Pergamino, Colón), por eso se debe pedir la intervención de Gendarmería nacional, y las fuerzas de la Policía Federal creadas para combatirlo. La pirotecnia verbal y las situaciones del momento, pueden desviar el eje de la problemática. No olvidemos el Caso Spartacus y en el orden local de las chicas de nacionalidad boliviana secuestradas en una tienda céntrica colonense.
Investigar lo denunciado
Desde hace meses y después que se clausuró un burdel cercano y ubicado en territorio santafesino se empezaron a escuchar distintas versiones sobre posibles lugares donde se ejercería la prostitución en nuestra ciudad. El tema de trata de personas es muy delicado y ya existirían denuncias en organismo nacionales referidos a la problemática. (no pudo ser confirmado), incluso se sabe que se jaqueó una cuenta de Facebook de una organización colonense que lucha contra la trata de personas y la violencia de género. El tema no es menor.
Las versiones indican que existen mujeres de distintas nacionalidades e incluso que girarían dinero al exterior a través de modernos métodos. (algo no muy difícil de comprobar).
En la provincia de Buenos Aires hace poco más de un mes se presentó un proyecto de ley. Cabarets, burdeles, whiskerías, clubes nocturnos, saunas, casa de masajes, todos eufemismos para esconder el delito de la explotación sexual. Los prostíbulos se ocultan tras nombres que les asignan habilitaciones locales y ordenanzas municipales para evitar sanciones por la ley . Ante esta situación las diputadas del Frente para la Victoria Lucía Portos y Gra- ciela Rego presentaron un proyecto de "prostíbulo ce- ro" en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires para combatir la trata y la explotación sexual.
"Creemos que la prostitución nunca puede ser trabajo. Se ha avanzado mucho pero todavía faltan instrumentos para la persecución del delito, sobre todo para la justicia. Y, además, siguen existiendo prostíbulos por todo el enmascaramiento de las habilitaciones", dijo PortosLa propuesta fue acompañada por la Fundación María de Los Ángeles, que preside Susana Trimarco- madre de la joven tucumana desaparecida desde 2002-. Carlos Gar- mendia, abogado de esta Ong, participó activamente en el asesoramiento y elaboración del proyecto que se basó en una legislación aprobada en Tucumán en 2012. Ese texto también había salido desde las oficinas del organismo. "La ley apunta a atacar al prostíbulo tenga el disfraz que tenga", dijo a Garmendia desde la provincia del norte.
Las cosas por su nombre
La legislación que es debatida en la legislatura bonaerense plantea un "abordaje integral de la trata de personas y explotación sexual".
Prohíbe la instalación, funcionamiento, regenteo, sostenimiento, promoción, publicidad, administración o explotación bajo cualquier forma, modalidad o denominación de lugares de alterne y/o de explotación de la prostitución ajena, ya sea que estas actividades se realicen en un mismo o en distinto espacio físico, cualesquiera sean sus denominaciones. El proyecto enfatiza en las "denominaciones" de los lugares, precisamente para evitar que sigan funcionando bajo otras habilitaciones.
La iniciativa, que ya tiene estado parlamentario, además de clausuras inmediatas, propone multas económicas para quienes no cumplan con la ley.
Otros tiempos
La profundidad de la explosiva situación de la prostitución en nuestra ciudad nos obligó a mirar para atrás y observar las raíces y como se trataba el tema en el pasado.
En febrero de 1895 las autoridades presentan en el Concejo Deliberante un proyecto para reglamentar la prostitución en el incipiente pueblo de Colón. El proyecto era un pedido de permiso para instalar una casa de tolerancia.
La autorización tenía algunos reglamentos estrictos que se debían cumplir. Las mujeres que ejercerían el oficio debían estar inscriptas en la Municipalidad en un libro de registro. El registro hace algunos años se perdió, aunque se decía que fue llevado del viejo corralón por algún interesado. En el mismo tenía los datos y fotos de las mujeres de distintas nacionalidades que llegaron a nuestra ciudad.
Antes de comenzar a ejercer debían tener un reconocimiento médico. La firma del médico profesional iba estampada en una libreta que tenía números correlativos y la visita debía realizarse dos veces por semana.
El costo del dispositivo sanitario era de un peso. El médico si constataba una enfermedad venérea debía realizar la correspondiente denuncia a las autoridades municipales y por intermedio de la policía la mujer enferma no podía ejercer y hasta era "echada" del Municipio.La autoridad máxima en las casa de tolerancia era un regente la cual era la conexión ante las autoridades municipales.
Las penas eran estipuladas por normas específicas. La mujer que trabajara en las casas de tolerancia sin la libreta sanitaria sería multada y su reincidencia obligaría a la clausura del local.
En 1897 comienza a regir una ordenanza para cubrir ampliamente este tema. La misma habla de los permisos que tendrán las mujeres para "salir" y que no serán superior a las 48 horas.
Las casas de tolerancia deberían estar instaladas a más de tres cuadras de las iglesias y parroquias.
También quedó absolutamente prohibida la prostitución fuera de la casa de tolerancia o "clandestinas".
Los dueños de hoteles o posadas quedan advertidos para que no reciban este tipo de actividad con mujeres prostitutas y se establece una escala de multas para aquellos que la infligieran.
Por su parte, la policía estaba autorizada al detectar la prostitución clandestina a encerrar en los calabozos ocho días a los infractores y además a cobrarle multas. La mínima era de diez pesos. Las mayores interesadas para hacer cumplir la ley era las regentes de los prostíbulos. Según las nota de quejas que existen las regentes se quejaban por lo que sería en el presente competencia desleal. Las "comerciantes" señalaban que pagaban las patentes y todos los impuestos y por eso se debía combatir la prostitución clandestina.
En aquellos tiempos fueron varias las mujeres que debieron alejarse del Municipio presionadas por las autoridades al no tener libretas sanitaria y no ejercer en las casas de tolerancia.
Los tiempos eran duros y se pudo constatar que muchas mujeres eran traídas por organizaciones polacas que tenían su casa principal en la ciudad de Rosario. Las mujeres eran "rotadas" por las distintas casas de tolerancias cada treinta días y hubo fortunas que comenzaron a acrecentarse por la corrupción que existía en aquella época.
Estas organizaciones dominaron el mercado hasta la década del treinta y marcaron también a fuego a nuestra zona. El principal burdel donde se debía ingresar con libreta de enrolamiento estaba situado en cercanías de calle 22 y 54. El ingreso costaba un peso. En 1937 en territorio bonaerense se prohíbe su existencia.
Epocas modernas
En diferentes períodos se quiso volver a instalar una casa de citas. El último intento serio y legal transcurrió en el gobierno de Oscar Centani. En esa ocasión se había habilitado un cabaret en Ruta Nº8, pero las presiones de un sector de la Iglesia Católica hizo que en una noche de lluvia y de madrugada (a la noche era la fiesta de apertura) un funcionario municipal comunicó a los propietarios del burdel que la habilitación había caído.
En el 2000, habría funcionado un burdel clandestino en Ruta Nº8, con mujeres traídas de la provincia de Santa Fe. Las presiones de una fuerza de seguridad lo habría hecho cerrar, aunque siempre se dijo que podría haber seguido en distintos lugares y clandestinamente.
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