Las marcas térmicas bajo cero que ya se registran en algunos distritos de la Provincia, sumadas a los altos niveles de humedad, crean las condiciones ideales para enfermarse. Por eso, "vacunarse significa cortar el circuito de transmisión de los virus. Aquellas personas que integran los llamados grupo de riesgo y todavía no se dieron la vacuna tienen que saber que están a tiempo, y que pueden evitar internaciones por cuadros de gripe que terminan en neumonías graves", explicó el ministro de Salud, Alejandro Collia.
A diferencia del año pasado a esta altura, en los primeros seis meses del año se notificaron a la dirección de Epidemiología del ministerio de Salud de la Provincia 93.756 casos de gripe o influenza.
Esto significa que, al menos por ahora, se registra un descenso del 46 por ciento si se compara esa cifra con la del mismo periodo de 2013, cuando se habían notificado más de 173.000 casos.
No obstante, el invierno recién se inicia y las temperaturas bajas pueden tomarnos desprevenidos.
Los especialistas explicaron que son dos las situaciones que hacen del frío el mejor clima para engriparse: al respirar por la boca aire helado, la faringe se inflama. Esta inflamación genera el medio ideal para que los virus y las bacterias, que normalmente se alojan allí, provoquen infecciones que pueden derivar, por ejemplo, en bronquitis o neumonías. Encima, el frío hace que cerremos puertas y ventanas y los ambientes cerrados son los más propicios para el contagio.
Consultado sobre si ya es tarde para vacunarse contra la gripe, el director provincial de Atención Primaria, Luis Crovetto, respondió que no: "Si bien sería ideal que todas las personas que integran los grupos de riesgo se vacunen entre marzo o abril, todavía estamos vacunando en forma gratuita en todos los vacu- natorios públicos de la Provincia, y ahora más que nunca insistimos en los beneficios de hacerlo".
MEDIDAS ANTI-FRÍO
El que no se vacuna, pierde, y el que se desabriga, también. Esas máximas invernales no pierden vigencia. Los neumonólogos insisten en que la gripe en personas que ya tienen problemas de base, como asma, EPOC o diabetes puede derivar en una neumonía severa con necesidad de internación por falta de oxígeno. "La gripe empieza con fiebre, dolores musculares y de cabeza además de congestión. Puede ser solo eso y autolimitarse al cabo de una semana de reposo pero, si no estamos vacunados y venimos 'flojos' de defensas, la gripe puede llevarnos hasta la terapia intensiva", explicó Salvador Pace, director asociado del hospital provincial Cetrángolo de Vicente López, especializado en vías respiratorias, donde ya se registra un incremento en la cantidad de consultas por guardia.
Por eso, Pace insistió en que a la vacunación hay que sumarle abrigo, para reducir las variaciones térmicas que nos hacen más vulnerables a los virus y bacterias, y en el lavado de manos frecuente, porque los gérmenes respiratorios pueden sobrevivir hasta 48 horas en las superficies de los objetos cuando hace frío.
"Cuando una persona tose los virus que expele quedan, por ejemplo, en un teclado o en un picaporte, aquel que entre en contacto con esas superficies quedará expuesto al contagio; pero podría prevenirlo si se lavara las manos con agua y jabón o con alcohol en gel, tal como se hacía durante la epidemia de gripe A", recordó Cro- vetto.
CIUDADO CON LA CALEFACCIÓN
Otro de los peligros mortales que llega con los primeros fríos intensos consiste en la intoxicación con monóxido de carbono por efecto de métodos poco seguros de calefacción, por ejemplo: braseros, cocinas, estufas o calefones que presentan problemas de tiraje, estén mal colocados, carezcan de ventilación o no se los haya controlado debidamente.
La exposición al monóxido, insistieron desde el ministerio de Salud de la Provincia, incluso por un período breve, produce intoxicación. Unas pocas partículas son suficientes para alterar el funcionamiento del sistema nervioso, y esto puede provocar desde cambios de humor y cefaleas permanentes hasta lesiones neurológicas irreversibles.
El efecto nocivo y la gravedad del cuadro dependen de la concentración de las emanaciones en el aire, del tiempo de exposición-inhalación y de las condiciones de cada individuo, como la edad, estatura, peso, sexo y el estado general de salud.
|