Problemas con los servicios, estado de rutas y calles, incumplimiento en las condiciones de venta, errores de facturación. Es difícil encontrar alguna persona que alguna vez no haya tenido algún inconveniente de este tipo. Y cuando una persona siente que no es escuchada, puede recurrir a organismos que trabajan en pos de buscar una salida.
La Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires y la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) son los organismos a disposición de los vecinos de Junín para la recepción de reclamos, ya sea contra entes estatales o privados.
Gustavo Ferrari, secretario de Promoción de Ciudadanía de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, explicó que trabajan contra los "actos de omisiones de la administración pública tanto provincial como municipal".
Las oficinas están en Junin, Pergamino, San Nicolás, Mar del Plata, Ituzaingó, Mercedes y Bahía Blanca y por ende, con la posibilidad de hacer un reclamo en forma presencial. En Colón se debe reclamar en la oficina donde es Secretario de Producción Mario Quagliardi.
"Cuando hay cosas que no las podemos atender la derivamos a la OMIC. Un mal funcionamiento de un electrodoméstico no nos corresponde a nosotros, aunque la gente va creyendo eso", dijo Ferrari, quien explicó, en cambio que si se trata de un reclamo relacionado a un servicio público que es concesionado por la Provincia, sí tienen injerencia, como también "en cuestiones en las que interviene el Estado municipal siempre y cuando no hubiera un defensor local".
Por otro lado, las Oficinas de Información al Consumidor se encargan de las cuestiones relacionadas al consumo y la relación entre clientes y comerciantes. Por ejemplo, si hay un problema con un horno recién comprado o en garantía, el usuario debe recurrir a la OMIC, mientras que si el reclamo está relacionado al servicio del gas, se debe dirigir a la Defensoría del Pueblo.
En la Provincia, lo que más se reclama "son cuestiones relativas a la salud. Y esto cuenta también para lo que es Junín", dijo Ferrari. "Sobre todo las cosas más que nada relacionadas al funcionamiento de IOMA. Hay también reclamos de hospitales públicos pero lo fundamental es la obra social provincial. Es el más importante", afirmó.
"Aparte el de salud tiene que ver con la ley de fertilización asistida, sobre la aplicación, tanto de los efectores públicos como los privados y las obras sociales", dijo. En tanto, en un segundo escalón de reclamos se sitúan "las cuestiones previsionales, de funcionamiento del Instituto de Previsión Social de la Provincia", indicó Ferrari.
Y en tercer lugar, "el funcionamiento de servicios públicos: agua, electricidad, transporte público, que bueno no se da tanto acá -acotó-, aunque tenemos casos de denuncias de los interurbanos. Especialmente del que viene de Roca o el que pasa por Morse que no entra en Morse".
En cuestiones relacionadas al medio ambiente, el secretario de Promoción de Ciudadanía dijo que en Junín hubo presentaciones por el Relleno Sanitario y la nueva terminal de ómnibus, dado que se está construyendo en una zona que es área protegida.En cuanto a la dinámica de trabajo, la Defensoría trabaja "a partir de pedir informes a las distintas áreas, a los involucrados que están obligados a contestar pero no siempre contestan o no siempre contestan en término", dijo.
"Ahí viene una doble situación. Si no te contesta un municipio obviamente no tenemos nadie más arriba para ir a decirle. En la generalidad de los casos que interviene la defensoría está involucrada la Provincia, por lo que si no contesta un director o secretario, uno va al ministro y manifiesta que no ha sido respondido y eso también se vuelca en un informe anual que el defensor tiene que hacerle a la comisión bicameral que controla y designa el defensor y al cual hay que rendirle cuentas", afirmó Ferrari.
"Después lo que el defensor hace es trabajar a través de recomendaciones. No puede obligar por sí. Puede recurrir a la Justicia, como algunos casos como el de IOMA. No te hacen lugar (al reclamo), presentás un amparo", dijo.
"Pero también lo que hace el defensor es recomendar que se modifiquen determinados estados de cosas, o una ley; advertir que una cosa no está funcionando y decir 'no, mire, yo le aconsejo que haga tal cosa u otra. Como última posibilidad tiene la de ir a la Justicia. Está legitimado por ley para ir a la Justicia pero el criterio es tratar de no judi- cializar", afirmó. En ese sentido, Ferrari explicó que muchas veces cuando se recurre a la Justicia, los amparos se conceden, pero "aún lamentablemente no se cumplen".
"En un amparo por el tema de la calidad del agua en Junín había un fallo que decía, en un plazo prácticamente imposible, adecuar la calidad del agua. La realidad era un proceso mucho más lento. No digo que esté mal lo que decía el amparo. A veces está mal pretender que una cosa que necesita de un proceso de distintos pasos se solucione. El amparo por ahí es una vía. No sé si fácil pero que tampoco se cumple. Lo que hace la Defensoría es buscar otros caminos o mecanismos para tratar de solucionar la cuestión", explicó.
Una de las alternativas es la mediación. En este punto, puso el ejemplo de un caso de 9 de Julio. "Hace tres años fuimos convocados por un grupo de vecinos que constituidos en una organización ambiental por el tema de la calidad del agua, pretendían que fuéramos a presentar un amparo, cuando ya había varios presentados. Entonces lo que se hizo fue una suerte de mediación entre partes y la Defensoría se constituyó de alguna manera en garante, monitoreando toda una serie de trabajos que se comprometía a hacer ABSA y el Ministerio de Obras Públicas de la Provincia y el de Salud", dijo y agregó que "se ha ido haciendo, a lo mejor ha habido incumplimientos. Pero se logró mucho más de lo que hubiera logrado un amparo".
Ferrari dijo que "la función del defensor es restituir un derecho ", pero "también es corregir las actitudes, la forma de actuar y llevarlas a que sean distintas. Hay una vía judicial, pero nosotros creemos que por ahí hay pasos intermedios que te posibilitan la solución del problema. Muchos de estos problemas se solucionan con un llamado telefónico. No necesariamente todos necesitan de algún expediente y muchos se solucionan", afirmó.
"A veces hay errores que son fáciles de corregir o fruto de una manera de trabajar que lleva mucho tiempo, o el acostumbramiento de hacer las cosas de una manera cuando se pueden hacer de otra. Esto tan famoso de la burocracia que hace que las actitudes sean de determinada manera sin estar demasiada meditadas. Se hacen las cosas porque se hicieron así siempre y no importa si están bien hechas o no", dijo.
Sobre la burocracia, dijo que «penetrar eso es lo difícil. Esa es la parte de cambiar la cultura. A veces se soluciona y a veces no.» (Datos Democracia)
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