El dato que preocupa a las autoridades sanitarias es que las consultas por abuso de psicofármacos crecieron de manera considerable en los últimos tiempos. Estos medicamentos, combinados con alcohol, producen un cocktail explosivo que, según datos oficiales, constituye una de las drogas más frecuentes entre quienes participan en hechos delictivos. Por eso, la cartera sanitaria y el Colegio de Farmacéuticos lanzaron una campaña para detectar tanto las prescripciones como la venta ilegal, en todo el territorio bonaerense.
De acuerdo al último relevamiento de la subsecretaría de Atención a las Adicciones, los psicofármacos mezclados con bebidas alcohólicas ocupan el segundo lugar entre los motivos de consulta por intoxicaciones. Más precisamente, entre quienes ingresan a las guardias se destaca el consumo de Clonazepam, un ansiolítico cuyas ventas se dispararon un 105 por ciento en la última década.
El sistema para controlar el expendio de psicofármacos de la provincia de Buenos Aires es pionero en el país y consiste en la emisión de las denominadas “recetas rosas”, como único método para prescribir y dispensar este tipo de medicamentos. Estas órdenes son emitidas por el ministerio de Salud y enviadas a las Regiones Sanitarias y al Colegio de Médicos, desde donde se encargan de distribuirlas entre los hospitales y los profesionales con consultorios privados.
Sin la receta rosa con la prescripción del médico, los farmacéuticos están imposibilitados de vender los psicofármacos que figuran en las listas III y IV: ansiolíticos, neurolépticos, tranquilizantes mayores y antidepresivos.
Con el acuerdo firmado, saldrán a detectar el origen de las recetas rosas apócrifas y de las prescripciones ilegales. El Colegio generará un programa on line de registro y control de las recetas rosas y una fuerte campaña de difusión del programa, especialmente entre las 4.200 farmacias habilitadas por la Provincia. El ministerio de Salud implementará un registro de la cantidad de las recetas rosas entregadas y solicitará al Colegio de Médicos la base de datos de los profesionales matriculados autorizados para la prescripción de psicotrópicos.
Cifras que preocupan
Sólo en la provincia se venden un millón y medio de cajas de psicofármacos por mes. La comercialización de estos medicamentos, como ansiolíticos, sedantes, antidepresivos y psicoestimulantes, aumentó un 75 por ciento entre los años 2004 y 2012. Las cifras corresponden a un informe estadístico elaborado por el Colegio de Farmacéuticos provincial, en el que se destaca una suba del 105 por ciento en la comercialización de Clonazepam, un ansiolítico depresor del sistema nervioso central que combinado con alcohol o cocaína puede ser letal.
“El clonazepam, lamentablemente, se ha puesto de moda entre los jóvenes, y uno de los motivos radica en que es fácil de conseguir, sobre todo, en los propios hogares. Es común que la droga exista en las casas por haber sido recetada a algún familiar que sufra algún tipo de trastorno de ansiedad”, señaló el subsecretario de Salud Mental y Atención a las Adicciones, Carlos Sanguinetti. “Por eso, apelamos también a la responsabilidad de los padres para que guarden los medicamentos en lugares seguros”, agregó.
Abusar del consumo de psicofármacos y, peor aún, combinarlos con alcohol u otras drogas, tiene consecuencias severas para la salud. “Bajo los efectos de esta sustancia, la persona disminuye la posibilidad de respuesta, sufre de confusión y corre el riesgo de generar dependencia o adicción”, explicó Sanguinetti. Pero lo más preocupante es que “puede retardar el proceso de respiración y provocar un paro cardiorrespiratorio que desencadene, inclusive, en la muerte”, añadió.
En tanto, la presidenta del Colegio de Farmacéuticos bonaerense, Isabel Reinoso, indicó que las farmacias habilitadas por el ministerio de Salud en territorio bonaerense son unas 4.200, donde se desempeñan más de 5.500 farmacéuticos, quienes deberán asumir la responsabilidad de dispensar los psicofármacos, siempre y cuando las personas acudan con la receta rosa. Además, existen unos 47 mil médicos con matrícula provincial, quienes tendrán el mismo compromiso al prescribir una medicación de este tipo. (DIB)
|