Con la caña "made en Colón" construida con hilo para atar chorizos clandestinos, un corcho que usa la Eulalia para los calambres, una tuerca y un anzuelo hecho con un clip achatado con un martillo sobre las vías del tren salió más contento que docente con los feriados puentes. Allí estuvo el gaucho matero, tirando y levantado el anzuelo (como funcionario municipal alzado), lo cierto es que ni siquiera hay un bagre cantor para alegrar la tarde.
Más de seis horas, estuvo sentado en el pasto, terminando con los ojos y la asentadera, más rojos que médico que cobra plus indebido en el Hospital y para colmo lo único que pescó fue un sapo que no lo tuvo que tragar porque no era político. Mientras tanto, y cuando estaba pescando, los pensamientos lo llevaron al "Adolfo" que se vino para nuestra ciudad a comprar un auto usado con la esperanza de llegar a la Casa Amarilla (algo desteñida)¿Cheeee, el tanque tendrá nafta, gas oil, o gas? ¡Que dirá pinoteca!
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