Apelando a la formación con las que supe construir mi esquema de análisis de la realidad, utilizando la freudiana disociación operativa y la honestidad intelectual del periodismo comprometido con las causas populares me animo con una lectura pre-electoral y desde este lugar concluyo que si las elecciones fueran hoy: Daniel Scioli ganaría en primera vuelta.
Las fuerzas mediáticas definen con mayor potencia que gran parte de la política argenta. El grupo Clarín, buque insignia, por orden de Magnetto proponen que Scioli sea el candidato a presidente y Massa a gobernador de la provincia de Buenos Aires. Y disfrazando de centro izquierda al FAUnen lo sostienen como segunda fuerza. De esa manera tienen un ballotage al que -sólo por hoy- le falta Macri. La intención es borrar de la faz de la tierra al kirchnerismo-CFK. No les va mal, ya impidieron su re-relección y ahora buscan la proscripción total. Eduardo Duhalde (alias Elsa Becca) opera en esa línea.
El poder real, que apuesta a la continuidad de su proyecto de concentración económica, también apoya la fórmula Scioli presidente - Massa gobernador. En fila india se apuran tras la iniciativa: la patria sojera, las grandes empresas producto-exportadoras de la agricultura, las petroleras y hasta la embajada.
Scioli también recoge los apoyos de parte de la CGT Moyano, de la CGT Caló y hasta de alguna fracción ceteatista. Barrionuevo se acomoda desde el massismo junto a Alberto Fernández. Los gobernadores que se apoyan en el gobierno de Cristina, si esta definiera a Scioli, no ocultarían su agrado.De La Sota y Convergencia Empresaria fogonean el Fin de Ciclo para lograr adhesiones a esta propuesta. Se desmarcan Uribarri y Capitanich.
La Nación y Perfil se mueven con discreción a favor de la síntesis magnetista sin descuidar la posibilidad de una confrontación. Así entierran a Macri, inflan a Massa y suben el precio del FAUnen.
Marcelo Tinelli, ungido como gran elector, se mueve como pez en el agua, empleado de Cristóbal López y dador del más alto rating al grupo Clarín, no oculta su amor por ambos. Mientras comienza a bajarle el precio al kirchnerismo bajo la excusa que no le dieron (por suerte para todos) el Fútbol que es de Todos.
El grupo Vila-Manzano, ante semejante alianza viene bajando el perfil de apoyo a Massa y navega graciosamente por las procelosas aguas.
El Grupo Szpolsky conservando, por el momento, su adhesión al kirchnerismo-CFK, no descuida jugar al juego que más le conviene, surfear en la tabla K sobre las olas sciolistas. Cristóbal López y sus medios no ejercen kirchnerismo explícito y aprovecha su espacio para excluir por izquierda los referentes que no le gustan.
Aunque la batalla se define en varios frentes, los Medios utilizan a sus mejores empleados para alentar polémicas y esmerilar a Cristina y su kirchenrismo: Lanata, Longobardi, Bonelli, Van der Koy más Leuco, Magdalena, Nelson Castro, Eliaschev y Grondona juegan en esa cancha. Tenenbaum entra en segunda línea con Maxi Montenegro y canal 26.
De este lado los medios públicos se autolimitan por no contar con una propuesta propia. Víctor Hugo Morales hace lo que puede y D´Elía expone su cuerpo al mango para gritar la verdad. Orlando Barone desde 6,7,8 (confundiendo Ley con aplicación) aterrado por esta realidad dice (erróneamente) que “la Ley de Medios fue una zanahoria que no sirvió para nada.”
Scioli responde a estos múltiples apoyos con señales incontrastables: desgasta a la dirigencia docente; apurado por los linchamientos mediáticos responde con Plan de Emergencia en Seguridad inspirado en las inseguridad que impulsan Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York y Mariano Beltrame ministro de justicia de Río de Janeiro. Más policía dura, más sangre de motochorros sobre las calles, menos seguridad social. Igual que Massa. Scioli Danza con lobos.
Las fortalezas de Daniel son también su debilidad. Semejantes apoyos, de difícil síntesis en la praxis, muestran un candidato “ligero pa´ los mandados” cuando vienen por derecha. Scioli, con disimulo, trabaja para heredar la construcción K. Si las elecciones fueran hoy su candidatura alcanzaría los 40 puntos, superando al segundo -Massa o cualquier Faunen- por más de 15 puntos.
En estos tiempos en los que el kirchnerismo-CFK no expone candidato. Mientras tanto Cristina gobierna. Se constituye en el único sector que apuesta a la gestión. Axel Kicilof, por primera vez en muchos años pone en la cancha un equipo que atiende todos los frentes de la economía: el mercado interno, la industria, la agricultura y la ganadería, el desendeudamiento y la crisis internacional. Axel comienza a sumar crédito político con su plan anticrisis. Resistió la corrida cambiaria a un costo menor del que pretendía el poder real.
Fábrega recupera dólares en el Banco Central. Superó con Precios Cuidados el apriete de los formadores y pasó las paritarias en alianza con Carlos Tomada y la sensatez de los sindicalistas que no comen vidrio. Argentina respira.
Cristina habla con Obama y Putin la respeta. Ni Irán ni Israel enfrentan al gobierno argentino. China conversa con Argentina en el máximo nivel. Desde La Habana a Bogotá, de Santiago a Caracas le reconocen liderazgo. Francisco la recibe y le dedica más tiempo que a ningún otro mandatario.
Entre Daniel Scioli, entronizado por el poder real y el Proyecto nacional, popular y latinoamericanista no hay una grieta, sino un abismo.
Pero falta más de un año, casi el mismo tiempo con el que contaban los Libres del Sur cuando creían que en 2011 ganaba la fórmula Binner-Cobos o viceversa.
Néstor Piccone. Periodista, Psicólogo, militante de la Comunicación.
|