(ANSOL) El lunes 28, Ayelén Cofreces murió luego de permanecer internada desde el miércoles 23 en una sala de terapia intensiva del Hospital Interzonal Abraham Piñeyro tras el ataque a golpes de un grupo de compañeras de la Escuela Secundaria 5, de Junín, provincia de Buenos Aires.
Sobre el hecho se expidió la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que remarcó que se trata de "una forma brutal de discriminación, resultado de una cultura que incentiva a los chicos y chicas a tener conductas violentas, a no respetar y no reconocer a quienes son diferentes por el aspecto físico, el origen social y étnico y la orientación sexual, entre otras variables que definen la identidad".
El año pasado se sancionó y oficializó la Ley 26.892 para "la promoción de la convivencia y el abordaje de la conflictividad social en las instituciones educativas".
Según la ONG Bullying Sin Fronteras, en las escuelas de la República Argentina el 38 por ciento de los alumnos fue agredido físicamente por sus compañeros, el 17 por ciento de los varones presentó lesiones de importancia y el 48,7 por ciento de mujeres fue intimado y humillado.
La ley de Educación sancionada en 2006 establece en su artículo 90 la enseñanza de valores solidarios pero no está en funcionamiento: "Estimularía la práctica cooperativa y mutual, propondría herramientas conceptuales porque se trabajaría con los valores positivos como el autorespeto, la igualdad y la equidad; pero también brindaría instrumentos metodológicos, ya que desde el sector se dan variantes que van desde actividades lúdicas a charlas que favorecerían a los jóvenes", explicó Guillermo Ostornol, docente con 30 años de trayectoria en las aulas y dirigente cooperativista de la provincia de Buenos Aires.
El educador, que fue consultado por esta agencia meses atrás, definió a la violencia en el ámbito escolar como un proceso que empieza "por el acoso, que se da en el miedo, es decir, el temor de los estudiantes a quienes son diferentes".
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