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25/04/2014
INTERÉS GENERAL

Avanza la Seguridad con criterio economicista


En Colón se piensa que invertir en patrulleros, más personal y más cámaras dará mayor seguridad ¿existe un camino alternativo posible?.


El término seguridad posee múltiples usos. A grandes rasgos, puede afirmarse que este concepto que proviene del latín securitas hace foco en la característica de seguro, es decir, realza la propiedad de algo donde no se registran peligros, daños ni riesgos. Una cosa segura es algo firme, cierto e indubitable. La seguridad, por lo tanto, puede considerarse como una certeza. Es la definición más acertada que pudimos encontrar.Se debe aclarar que la policía comunal no está fallando en el cumplimiento de los requisitos. Si existen individuos con 30 ó 40 causas judiciales y están fallando otras patas que conforman la seguridad.


En la ciudad de Colón a pesar que no existen grandes delitos, la población no se siente segura. Es la primera certeza. El motivo, es una serie de hechos cotidianos que en algunas casos como los scruches (ingresos a las casas con fines de robos cuando no están los moradores) llegan a 80 en poco menos de siete meses a los que hay que agregar unos diez casos de motochorros.


Si ponemos el mismo criterio economicista que se usa localmente en seguridad, ya los ladrones ingresaron a más del uno por ciento de los hogares colonenses y lo que es peor no se puede encontrar una solución a esta lamentable situación. La respuesta oficial ante estos casos fue simétrica. A mayor números de scruches y motochorros, mayor gastos en móviles, personal (entre otras cosas) y mayor cantidad de rejas, alarmas, y seguridad paga de los privados (empresas, hogares, comercios). La paradoja se da el lunes pasado, donde desde la seguridad colonense se tiró "toda la carne al asador", sacando hasta el último patrullero y en el mismo momento que estaba en la cúspide el diagrama de las patrullas, los motochorros robaron en tres puntos distintos de la ciudad.


Pero lo más preocupante es que existen versiones dentro del "mundillo de los delincuentes" que la ciudad se estaría dividiendo. Para que no haya problemas una banda solamente actuaría en un barrio. A saber (para clarificar) una determinada banda operaría en barrio Barracas, otra en barrio Rivadavia, e igualmente se daría este tipo de modalidad en los barrios Belgrano y 9 de Julio. Si se da este tipo de geografía del delito, en una ciudad de 25 mil habitantes, cerremos las puertas y apaguemos la luz, porque quiere decir que no tenemos "materia gris" para ir un paso delante de los malvi- vientes. No existe una sola seguridad


Además de las deficiencias que existen en la investigación, (los culpables brillan por su ausencia) la población tiene una segunda certeza y es que en cada jornada que transcurre, se aumenta los gastos en seguridad (patrulleros, más personal, incluso traídos de otras localidades cercanas, cámaras de seguridad -entre otras cosas-) y los delitos siguen estando en la realidad y por ende en la agenda de los ciudadanos. Sin embargo, en las declaraciones de los funcionarios la seguridad es tomada con un criterio economicista más que con un criterio policial-judicial y de continuar avanzando de este modo, cualquier plan se hace insostenible en el tiempo.En este contexto inusual para el Partido de Colón, existen funcionarios que argumentan que "todo es normal". A esta línea de pensamiento le contestamos, ¿si es normal que existan más de ochenta scru- ches en el término de pocos meses? Ante esto ¿el ciudadano común puede considerarse seguro?.


No hay un solo plan preventivo


La Provincia de Buenos Aires tiene muchos países dentro de si misma . No es lo mismo aplicar un plan de seguridad en La Matanza (alberga una población similar a la de seis provincias agregadas (Catamarca + La Rioja + Santa Cruz + Tierra del Fuego + San Luis + La Pampa) que en Pergamino que tiene 110 mil habitantes o en Colón de solo 25 mil habitantes. Cada ciudad tiene sus características económicas, sociales, demográficas y geográficas, por lo tanto aplicar un solo criterio sería realizar un asado sin poner brasas debajo de la parrilla.


En Colón


En nuestra ciudad aplicar un criterio economicista a la situación de inseguridad es dilapidar recursos vitales. Solo se debe usar más el "cerebro" (materia gris) y "cerrar" la mano para gastar más recursos que pueden ser importantes en otras áreas u otros distritos. Para sintetizar el pensamiento: En las grandes ciudades se lucha con misiles, en una localidad como la nuestra se carga la bayoneta y se lucha cuerpo a cuerpo.


Se debe recordar a esta altura de los acontecimientos, que los delitos perpetrados por grandes bandas por la situación geográfica de nuestra localidad (entre otras cosas) son difíciles que se vayan a cometer (asaltos a bancos etc.). En este sentido, nos queda el delito con mano de obra local, al que podemos tipificar a grandes rasgos, como robos y hurtos de motos, bicicletas, carteras, scruches, y motochorros etc. Nada complejo ni nada complicado a resolver en una planta urbana que ocupa unas 200 manzanas y que ocupan 25 mil habitantes y donde los delincuentes activos no sobrepasan los cincuenta.


También debemos agregar que ningún funcionario judicial, ni policial, ni municipal con responsabilidades en las decisiones y a esta altura de los acontecimientos puede ignorar por la habitualidad y repetición de los hechos delictivos y de sus actores a que "palo" se dedica cada uno de los individuos que cometen delitos, donde viven, de que viven, y a que tipo de delito son proclives a cometer. En este contexto y con todas las variables del delito que existe en nuestra ciudad (da para varias notas) no hace falta tanta inversión económica para combatirlo, y si comenzar a usar un poco de "cerebro", para organizar las acciones preventivas, realizar una buena investigación judicial, combatir los distintos tipos de estupefacientes que ingresan a nuestra ciudad para ser comercializados y que son muchos, (la mayoría de las personas acusadas por algún delito consumen drogas), luchar por una reinserción laboral verdadera del encausado, Centros Preventivos Asisten- ciales y Patronato de Liberados con mayor personal y recursos. En este último caso habría solamente dos empleados para cien personas que se deben asistir. Por último, debemos indicar que en una ciudad como la nuestra -se puede trasladar a otras- aplicar un criterio economicista en la seguridad nos puede llevar a otros males mayores y que luego tendrán un difícil retorno.




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