El hombre que identificaremos como "A" tiene decenas de causas judiciales y viene en el "palo" del delito desde hace ya un tiempo muy largo. En la casa se encontraron diversas bijouterie y algunos relojes. Se dijo que se había aclarado por lo menos un delito bajo la modalidad de scruche.
Pero si profundizamos el tema y la problemática que vive la ciudad algo anda muy mal. En este sentido, se necesitaron 76 scruches a viviendas de colonenses (el uno por ciento del total de las casas) para atrapar o "sospechar" de una pareja (sobre todo el hombre) que anda por este andarivel del delito hace mucho tiempo. Según nuestros datos, el alerta lo dio un vecino, a lo que se agrega que no hubo una investigación previa que condujera a uno de las bandas responsables de este tipo tan particular de robos. ¿Ineficacia?
En este cotejo de "gallito ciegos" y para tener un panorama total del sistema de seguridad que hace agua en nuestra ciudad, retrocedemos en la cronología a los primeros días de marzo del corriente añoEn esa ocasión, dos horas antes de cometerse el delito de un scruche, un vecino había dando el alerta sobre la posibilidad que haya un robo en una vivienda. No era para menos.
El ojo estrenado de alguien que vive en una cuadra cualquiera de la ciudad, observó a personas con acento extranjero merodear el frente de algunas casas.
Dos horas después se producía el scruche en la vivienda de la familia Escalada.La banda estaba integrada por dos mujeres (una colombiana y una peruana) y un hombre que logró escapar en una camioneta.
Las aprehendidas eran María Madroñero Acosta (36) con domicilio en Esteban Eche- verria, y de nacionalidad colombiana con veinte días de ingreso al país. Verónica Santamaría Espinosa (23), nacionalidad peruana y radicada en Villa Soldati y Matías Sebastián Sosa (46), argentino con domicilio en Gonzalez Catán (oeste del conurbano). Este último, según nuestro datos logró escapar en el vehículo.
Sin embargo, los tres miembros de la banda estuvieron dos horas merodeando la ciudad. Su itinerario lo pudimos reconstruir parcialmente. Las averiguaciones realizadas por Colón Doce indicarían que la camioneta estuvo estacionada en calle 14 entre 49 y 50. Pareciera que los tres ladrones estaban esperando una orden para realizar su objetivo. El dato más contundente en esta situación es que una de las mujeres antes de ingresar a la casa de la víctima y como si estuviera recibiendo datos precisos estuvo hablando por su teléfono celular.
La llamada abre una espectro de hipótesis por demás elocuentes. La primera pregunta es si la persona que se comunicaba con la mujer podría ser el famoso "entregador colonense". Solo lo pueden contestar los pesquisas del hecho y debe estar debidamente asentado en el expediente judicial si la investigación "abrió las antenas" para determinar de donde provenía la llamada.
Las preguntas son muchas ¿Era una llamada a Berazategui o a la propia ciudad de Colón? ¿El otro teléfono celular tenía característica local (02473) o tal vez tenía característica de La Plata (0221)?. ¿Se realizaron los debidos peritajes para poder determinar el "meollo" de la cuestión que ya no sería la mano de obra que trabaja en los mismos (que puede ser cambiada) si no quien es el entregador de los scruches más sofisticados que hubo en nuestra ciudad de los casi un centenar de hechos?
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