La iniciativa de recuperar la memoria institucional del INTA motivó un convenio firmado esta semana entre la entidad y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
"Con la investigación empezaron a aparecer cosas, y se estableció un diálogo entre pasado y presente para pensar el futuro", dijo Prividera, de la Comisión de Reparación Histórica del INTA. Por ejemplo, que "entran los militares a la Estación Experimental de Pergamino y fusilan 1.500 gallinas porque integraban una línea de desarrollo de genética nacional", relató.
O que "se cierra la escuela de posgrado que tenía el INTA en Castelar, una de las primeras a nivel mundial y con una formación de nivel óptimo en Ciencias Sociales, y a toda la gente la echan"."O la línea en genética nacional en semillas y cómo empieza a ser apropiada o se acentúa un proceso de apropiación de ese conocimiento por ciertas grandes corporaciones multinacionales y sus aliados locales", enumeró Prividera.
Entonces, a partir fundamentalmente de testimonios de trabajadores y profesionales del INTA, ya que los archivos institucionales de aquella época fueron prácticamente eliminados, empezaron a conocer cosas que no eran sabidas por todos.
"Además de desaparecer a las personas, desaparecieron ideas, y allí emergió una punta de iceberg que nos llevó a decir `che, acá hay algo más grande`", detalló.
La historiadora Cecilia Gárgano, becaria doctoral del Conicet, contó a Télam que "el proyecto empezó en 2010 con una beca de investigación, que se propuso indagar sobre la producción de ciencia y tecnología en la época de la dictadura", entre 1976 y 1983.
Gárgano desarrolló el trabajo en el Centro de Estudios de Historia de la Ciencia y la Técnica José Babini de la Universidad Nacional de San Martín, conducido por Diego Hurtado, con el asesoramiento de Dora Barrancos, responsable del área de Ciencias Sociales y Humanidades del directorio del Conicet. A medida que avanzó la investigación, hallaron cinco desaparecidos, cuatro asesinados, dos de ellos anteriores a la dictadura, y 795 cesanteados por las leyes de prescindibilidad.
Prividera relató que "la Comisión de Reparación nació de un grupo de compañeros que se empezaron a juntar pensando el rol del científico, investigadores en este contexto de cambios políticos y económicos en términos del modelo agropecuario, y planteó que uno de los temas que falta trabajar es, como mínimo, poder reconstruir la lista de los desaparecidos del terrorismo de Estado".
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