Según trascendió, Donato Ochoa circulaba con su moto Corven, cuando de las sombras salió un individuo que lo encañó con un arma de fuego y prontamente le sacó el pequeño vehículo. El joven a pié se llegó hasta la Comisaría local para realizar la denuncia.
La descripción aportada por la víctima dio rápida resolución a la situación vivida. Los policías duchos en estos menesteres solo dijeron ¡Luna! y partieron para la calle 55 entre 20 y 21.
Allí los atendió el sospechoso que negó cualquier vinculación con el caso descripto por los sabuesos bonaerenses.
Los agentes se retiraron de la vivienda, pero dejaron el móvil a pocos metros del sitio visitado. Pasaron unos minutos, y los hombres de vigilancia vieron aparecer al sospechoso con la moto Corven depositándola en la calle e ingresando a la carrera nuevamente en su casa. ¡Para no creer!
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