Si bien faltan 3 semanas para el comienzo del otoño, el verano a River parecía sonreírle. Tres superclásicos jugados, ninguna derrota contra Boca. Dos victorias y un empate presagiaban un buen comienzo de año para Ramón Díaz y sus dirigidos.
La victoria contra Gimnasia de la Plata en el debut del Torneo Final aumentaba la ilusión del hincha millonario. Pero tan solo cuatro fechas bastaron para que River otra vez sea el equipo del torneo anterior. Godoy Cruz y Colón desnudaron los errores defensivos a la hora de retroceder. Ramón Díaz apostó por utilizar línea de 3 en el fondo. Se equivocó.
La teoría indica que para jugar con ese sistema los laterales volantes deben retroceder junto al mediocampista central. Así la defensa quedaría formada con 6 jugadores. Nada de eso ocurre. Vangioni y Carbonero descuidan sus espaldas.
Van pero no vuelven. Mientras que Ponzio y Kranevitter juegan lejos de los zagueros centrales. Todo esto hace que el “Tomba” y “Sabalero” jugaran de contraataque y vulneraran el flojo retroceso. Seis goles en cuatro partidos. Solamente contra el “lobo platense” Barovero terminó con la valla invicta.
En ofensiva River también sufre. No genera volumen de juego y en consecuencia tampoco situaciones de gol. Lanzini tiene aptitudes para ser el encargado de asistir a los delanteros pero en gran parte de los partidos se ausente. Su posición es enganche. Pero en el desarrollo del juego, como Cavenaghi y Teo Gutierrez se tiran atrás a tomar contacto con el balón, decide recostarse sobre la izquierda.
Una de las definiciones de inteligencia dice: “es la capacidad de pensar, entender, asimilar, elaborar información y utilizarla para resolver problemas”. Ramón Díaz al menos para el partido contra San Lorenzo (domingo 18.15) demostró ser inteligente. Modifica lo que no funcionó. Intenta resolver el problema. Por ese motivo vuelve a la línea de cuatro defensores. Esto no significa que el rival no le cree situaciones de peligro. Pero al menos intentará lograr un orden y superioridad a la hora del retroceso.
No fue una semana más para el entrenador. Enzo Francescoli, otra gloria del club, salió a respaldar al riojano: “tiene suficiente capacidad para sacar a River adelante”. El uruguayo debió salir al cruce luego de las declaraciones del propio presidente Rodolfo D'Onofrio, quien post derrota con Colón en Santa Fe aseguró que si le iba "mal, Ramón solo va a dar un paso al costado”.
El domingo River tendrá una prueba de fuego. Enfrente estará San Lorenzo, que consiguió tres triunfos consecutivos. No es el mismo equipo del campeón. Bauza a diferencia de Pizzi piensa a sus conjuntos de atrás hacia delante. Por ahora esa idea le está trayendo resultados. En las tres victorias no le convirtieron goles.
Pese a ser el entrenador más ganador de la historia de River, el presente indica que Ramón Ángel Díaz no es el mejor. Tiene que revertir la historia de acá a junio. No será tarea sencilla. Está obligado a ser campeón o luchar el título. Por ahora parece utópico el objetivo. Veremos si lo revierte y consigue.
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