El salto del dólar oficial, que aumentó más de un 20% en dos meses, “desconfiguró” completamente las cuentas locales, provocando más de un dolor de cabeza a los intendentes, que ya prevén refugiarse en el cumplimiento de los gastos básicos, como el pago de salarios, la compra de insumos de primera necesidad y la prestación de servicios municipales.
Es que a poco menos de un mes de comenzar a ejecutar los nuevos presupuestos, los intendentes bonaerenses se encontraron con un panorama impensado a esta altura del año: “el Presupuesto está haciendo agua”, reconoció el intendente de Tandil, Miguel Lunghi, quien describió el panorama como “gris oscuro”.
Básicamente, a los jefes comunales están preocupados por tres cuestiones: la ausencia de oferentes para las licitaciones de obras, desiertas a causa de la falta de valores de referencia para las constructoras. Otra arista de la crisis es la entrega de insumos: varios intendentes consultados por DIB aseguraron que, en el caso del material hospitalario, los proveedores acusan subas superiores al 50%, o directamente entregan mercadería a “remito abierto”, es decir, con precio a definir.
Otro punto de preocupación para los jefes comunales es la puja salarial. Los gremios municipales que ya habían acordado aumentos piden reabrir la discusión, y en ningún caso sus pretensiones bajan del 30%. El intendente de Lincoln, Jorge Fernández, aseguró que ya otorgó una suba del 15%, pero reconoció que, frente a los últimos hechos “tendremos que rever la oferta”.Su par de Lobos, Gustavo Sobrero, pidió “esperar las paritarias para ver cómo actuar”, aunque reconoció que los números que manejan los gremios “aportan un dato de zozobra”.
SIN MARGEN, MIRAN A PROVINCIA Y NACIÓN
Frente a este panorama de incertidumbre, los intendentes reconocen que no tienen “margen” para volver a aumentar las tasas, y esperan alguna señal de los gobiernos nacional y provincial.“Tiene que existir un compromiso de los tres niveles del Estado, nosotros no tenemos mecanismos para generar recursos adicionales y eso depende de Nación y Provincia”, señaló Carlos Gorosito, el intendente radical de Saladillo.
Su par de 9 de Julio, Walter Battistella, reclamó que el Gobierno bonaerense no cumple con los pagos de planes y los envíos de fondos para la Policía Comunal.Sobre las tasas, Lunghi reconoció que “no tenemos margen” para una nueva suba, al explicar que “si volvemos a aumentar nadie nos va a pagar”.
REVISIONESEn algunos distritos, la oposición en el Concejo Deliberante reclama reabrir los presupuestos, en consonancia con la estrategia massista a nivel nacional y provincial.En Necochea, el concejal del Peronismo opositor, Alberto Esnaola, aseguró que las cuentas comunales estás “dibujadas”. “La devaluación, la inflación y los aumentos de los costos hacen que el presupuesto sea ciencia ficción”, indicó a DIB.
En tanto, en Olavarría y Azul las cuentas estás abiertas. El distrito gobernado por el massista José Eseverri funciona con la prórroga del Presupuesto 2013, ante la falta de consenso en el Concejo Deliberante. De todos modos, el jefe comunal sí consiguió aprobar una fuerte suba impositiva, que incluye la creación de dos nuevas tasas.
Azul vive una situación inversa: con el presupuesto aprobado y la ordenanza fiscal impositiva trabada, el kirchnerista José Inza aplicó “de facto” subas de entre 25 y 30% en los servicios urbanos. (DIB)
|
