(Ansol).- Si la devaluación de enero fue de alrededor del 20 por ciento, ningún sector económico debería aumentar en ese porcentaje sus precios finales, ya que ninguno tiene el 100 por ciento de sus insumos importados, teniendo al menos en cuenta que la mano de obra y los impuestos son costos locales, advirtió un informe del Centro de Investigación y Gestión de la Economía Solidaria (Ciges).
Los números referenciados en el estudio indican que en varios rubros hay firmas que aumentaron más de lo previsible de acuerdo con el componente de insumos importados que incluye su cadena de valor. Así, por ejemplo, en alimentos y bebidas hay un 10 por ciento de componente importado, por lo cual el impacto en los precios habría de ser de un 2 por ciento ante una devaluación del 20 por ciento.
En siderurgia, donde el componente importado es del 60 por ciento, un incremento posible sería como máximo del 12 por ciento. "Entonces, por citar algunos casos de dominio público: ¿por qué Arcor –alimentos- salió con una lista de precios con subas del 25%? Techint y Aluar –siderurgia y aluminio respectivamente- hicieron lo mismo. Después tuvieron que retrotraer esos aumentos."
La conclusión del equipo de investigadores apunta a la posición dominante de estas firmas: "Esta conducta de incrementar el precio de sus bienes indefinidamente y casi con cualquier excusa, nada tiene que ver con la codicia ni la avaricia. Tampoco estos empresarios se comportan con maldad. Son comportamientos inherentes al capitalismo y se ejecutan cuando los empresarios dan por sentado que pueden hacerlo, que tienen el poder suficiente para quedarse, vía precios, con los ingresos de parte de la sociedad."
La investigación difundida en estos días demostró además que 26 proyectos patrocinados por 8 firmas pertenecientes a 5 grupos empresarios locales (Madanes, Techint, Aceitera General Deheza - Urquía, Molinos Río de la Plata y Petroquímica Comodoro Rivadavia) dan cuenta del 57 por ciento de la inversión promocionada a través de políticas o normativas que los benefician con la amortización acelerada en el pago de impuesto a las ganancias, la devolución anticipada del IVA correspondiente a bienes de capital o la fijación de montos de cupos fiscales anuales.
Dentro de este selecto grupo se destacan, en primer lugar, los proyectos aprobados a ALUAR por ser aquellos de mayor monto de inversión y costo fiscal: $3.028.687.300 (31% del total) y $953.023.900 (54% del total). En segundo lugar, se encuentra el grupo Techint, a quien se le aprobaron 6 proyectos a Siderar y 2 a Siderca, con una inversión de $938.791.700 (9,5%) y un beneficio fiscal de $190.547.100 (11% del total).
"Son también estos sectores concentrados los que reciben subsidios multimillonarios, de distinto tipo, de los gobiernos nacionales, provinciales y hasta municipales. Estos subsidios se abonan con los recursos que la sociedad toda aporta al fisco, vía impuestos o tasas. Sin embargo nada se habla ni se sabe de los mismos", manifestó el Ciges.
Si bien este centro de investigación elaboró con datos de la Secretaría de Comercio un cuadro comparativo para estos mercados y otros como limpieza, electrónica y medicamentos, subrayó que "se debería insistir en la necesidad de transparentar, investigar y hacer pública la estructura de costos de las cadenas de valor de, al menos, los sectores más concentrados de la economía".
Para contrarrestar "el alto grado de concentración y extranjerización que existe en la Argentina, donde pocas grandes firmas controlan la gran mayoría de los mercados de los bienes esenciales", reclamó políticas públicas que pongan límites firmes a estas prácticas abusivas e instrumentos del tipo de una gran agencia nacional para la comercialización agropecuaria, una empresa minera estatal, espacios de mercados locales sin intermediación y un programa definitivo de sustitución de importaciones.
En "defensa de la producción nacional"
La Mesa Nacional de la Asociación Pyme, como representante del sector y "en defensa de un proyecto de producción nacional y popular", anunció que ante el aumento de precios de los principales insumos que se ha intensificado en estos días, "y el perjuicio que esto conlleva a la economía toda", inició una serie de acciones concretas tendientes a defender las unidades productivas nacionales.
La entidad citó el estudio realizado por el Ciges y convocó a una conferencia de prensa para el miércoles al mediodía, en su sede de Riobamba 560, donde profundizará sobre estos datos y adelantará acciones a seguir por parte del pequeño y mediano empresariado nacional.
"La economía argentina presenta una estructura productiva altamente concentrada y extranjerizada, particularmente en tres rubros clave para la estructura productiva argentina, como lo son el acero, el aluminio y el cemento, hacia donde enfocamos nuestra pelea", puntualizó la Asociación en un comunicado.
Debate y participación social
En diálogo con el programa radial Fabricando Alternativas (Frecuencia Zero FM 92.5), el economista e integrante del Ciges Jorge Marchini visibilizó entre las causas de la inflación "la presencia de pocos oferentes en el mercado que logran diferenciales de ganancia que no se justifican por costos de producción ni por la competencia sino que son maniobras especulativas", a lo cual definió como una cuestión "que no es técnica y requiere el debate y la participación social para controlar las cadenas de valor y las condiciones generales de nuestra economía".
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