Entre todos decidieron ante los 47 grados de calor que había que darle un buen uso a la pileta "Pelopincho" y que estaba instalada al lado de la cancha de bochas insólitamente vacía debido a que los parroquianos tenían miedo de jugar algún partido ante el peligro de sufrir un golpe de calor. El grupo de "desacatao" decidió usar sabiamente la "Pelopincho" para refrescarse. Es así que la llenaron de Fernet y gaseosa de marca norteamericana. El resultado fue óptimo, cuando iban por la mitad del contenido "vaporoso" (le habían puesto siete bolsas rolitos) ya no sabían en que estación del año estaban ni para que habían ido al prestigioso bar.
La fiesta "gitana" duró tres días y el dueño del local tuvo que utilizar varios viajes de carretillas para depositarlos en sus respectivas casas, ante la mirada atónita de sus esposas que solo atinaban a decir "que verano Teté".
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