(Ansol).- "Es bueno que se ayude al colegio porque se están defendiendo puestos de trabajo y la continuidad de los chicos pero hay otros proyectos educativos que nacen desde cero como escuelas de gestión social y la cuestión es que el Estado las reconozca porque actualmente muchas de ellas están en riesgo al no tener ningún tipo de subsidio", analizó para esta agencia el tesorero de la Federación de Cooperativas y Entidades Afines de Enseñanza de la provincia de Buenos Aires (Feceaba), Roberto Schimkus, quien comparó esa realidad y el tratamiento que recibió el colegio Guido Spano, cerrado intempestivamente por una sociedad de capital en vísperas de fin de año y en proceso de reconversión en cooperativa.
En efecto, se supo que el Ministerio de Trabajo estudiará subsidios para sostener el funcionamiento de la cooperativa formada luego del cierre del emblemático establecimiento del barrio porteño de Palermo.
Días atrás, el ministerio de Educación porteño comprometió la continuidad de la subvención que tenía la anterior gestión y casi todos los medios de comunicación masiva se hicieron eco de la lucha de los trabajadores dispuestos a mantener sus fuentes de trabajo, acompañados por familiares y estudiantes.
"Hay escuelas en zonas vulnerables que eligieron la gestión social pero están en riesgo porque no tienen subsidios", reforzó a Ansol Schimkus.
Además, sostuvo que es necesario "reforzar el reclamo y revisar cómo se están distribuyendo los subsidios a la educación privada porque hay escuelas ubicadas en lugares céntricos, con cuotas elevadas, que tienen el 100 por ciento de subvención. La mayoría de ellas son religiosas".
En el ámbito bonaerense, la problemática afecta a unas 48 instituciones que funcionan como cooperativas de trabajo, de servicios o asociaciones civiles con más de 13 mil estudiantes y cerca de 240 docentes.
"Si no hay presupuesto para incrementar las subvenciones a las escuelas que más lo necesitan, entonces que la Provincia revise como están distribuidas y las redistribuya. Además, otro tema es la necesidad de que se nos reconozca como entidades sin fines de lucro en los casos en que los bancos nos cobran impuestos cuando pagamos salarios, situación de la que están exentas las escuelas religiosas", subrayó.
Atención El coordinador de Facultad Abierta, grupo que releva las empresas recuperadas por sus trabajadores desde hace varios años, y egresado de la escuela de gestión cooperativa Fishbach, Andrés Ruggeri, consideró que, en el caso del Guido Spano, no asombra el proceso de reconversión de empresa de capital a cooperativa , aunque si llamó la atención la zona y el sector social en donde ocurrió.
"Están preservando las fuentes laborales y la continuidad de los estudiantes", concluyó aunque se mostró sorprendido de que "haya habido reacciones tan rápidas y más atención de la que se tuvo en cualquier otro proceso de recuperación que recuerde".
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