Los ladrones actuaron de noche en el domicilio de la familia Pérez, ubicado en calle 52 y 127. Los cacos seguramente no pudiendo sufrir más las altas temperaturas se llevaron la pequeña pileta que su propietaria había dispuesto desagotar. ¡Che no habrán sido los Reyes Magos que se quedaron cortos de regalos!
|