Nuestro colectivo transitó este año las alternativas de cualquier grupo humano que se va consolidando con el tiempo, con confrontación, muchas coincidencias más diálogo y con perseverancia. Siempre con pasión porque entendemos que la violencia de género es una violación a los Derechos Humanos de las mujeres.
Si no se respetan nuestros derechos en tanto mujeres, se violan Derechos Humanos. Y uno de nuestros objetivos es difundirlos haciéndolos visibles.
Interpretamos desde nuestras primeras reuniones que es fundamental este encuadre en los Derechos Humanos para contextualizar nuestro trabajo en cuestiones de género en el que estamos continuamente capacitándonos. Luego, en ese marco, ubicamos el conocimiento de lo social y qué nos pasa a nosotras en tanto mujeres.
Ambos conocimientos, el social y el autoconocimiento, se van informando el uno al otro: Lo personal se vuelve intelectual y lo intelectual se vuelve personal.
Y además utilizamos la política de género entendida como acción directa sobre esta sociedad en la que a diario sufrimos la violencia; re-creamos, re-inventamos y sostenemos un círculo virtuoso cuyo origen va mucho más atrás, sin lugar a dudas, que a la fecha de nuestro nacimiento.
Desde la década del '70 comenzó a hacerse visible la lucha; nosotras la reactualizamos en el día a día y en nuestros lugares co-laborando con las mujeres que se acercan a nuestra asociación. Y en un salto en el tiempo y espacios geográficos, hoy Colón es nuestra sede, con la amorosa colaboración del Taller Protegido quien puso a nuestra disposición su lugar y el cariño de la gente que lo sostiene.
Lxs saludamos en un día que nos encontrará trabajando como ya se nos ha hecho parte de nuestras vidas cotidianas.
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