La iniciativa busca garantizar la protección ambiental de la calidad acústica en la provincia, y fue realizado en colaboración con profesionales de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) indicaron sus autores en un comunicado, Orlando Costa (UCR) y Alberto De Fazio (FpV).“En la actualidad, el ruido es considerado una fuente importante de contaminación y un indicador de calidad de vida.
Las consecuencias del impacto acústico ambiental, tanto de orden fisiológico como psicológico, afectan cada vez a mayor número de personas y en particular a los habitantes de las grandes ciudades”, señala el texto de la norma en sus fundamentos. Y agrega que la Organización Mundial de la Salud alertó sobre esta problemática y lanzó diversos programas considerando a los 50 decibeles (dB) como el límite superior deseable y 65 dB como el límite de tolerancia.
El proyecto tiene como objetivo la prevención, vigilancia y corrección de la contaminación sonora, estableciendo los principios de calidad acústica ambiental, los niveles límite para actividades en distintos lugares y define zonas de sensibilidad acústica en los territorios.
También obliga a las autoridades competentes a diseñar un Plan Acústico en las zonas urbanas que superen los 25 mil habitantes, que “tiene por objeto el diseño e implementación de las medidas orientadas a reducir y mantener los niveles sonoros y de vibraciones por debajo de los niveles límite permitidos de calidad acústica, sobre la base del diagnóstico de las condiciones acústicas de cada zona”, explica el texto presentado.
Finalmente, la medida define las infracciones y sanciones en una norma que pretende servir de marco referencial y de aplicación en todo los municipios de la provincia.(DIB)
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