Los responsables del lugar con buen tino lo sacaron a la calle para evitar que el problema se extienda y se torne aún más grave. Sin embargo, el individuo en cuestión no tenía todos los planetas alineados, y con tan mala suerte que justo pasaron sus suegros que estaban dando la vuelta al perro por el centro de la ciudad.
Nada es casual, y al ver en semejante estado a su yerno, los testigos dicen que la pareja sacaba número para pegarle. La cosa duró algunos minutos y la que se distinguía en la tremolina era la mujer que parecía la “Tigresa” Acuña contra un rival de cuarta.
La hipótesis es que nunca más el joven saldrá de noche sin avisar a sus suegros, aunque la verdad que resalta es mejor que te agarre un tren y no tu suegra. Ahora todo seguirá en la Justicia porque se presentó denuncia policial y el médico tendrá que realizar el dictamen legal de las lesiones
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