También por la imposición de torturas a un detenido político en el Hospital Militar. El juez le trabó un embargo de $500
El médico militar Jorge Mario Capellino oriundo de Pergamino fue procesado con prisión preventiva por su rol durante la última dictadura cívico-militar en Paraná y se le trabó un embargo de $500.000. El juez federal Leandro Ríos lo acusó como partícipe de tres homicidios y por haber colaborado en una sesión de tortura en el Hospital Militar.
Capellino, que se encuentra detenido en la Unidad Penal Nº 1 de Paraná hace un año, fue acusado como partícipe secundario del delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de Juan Alberto Osuna, Carlos María Fernández -en la denominada Masacre de La Tapera- y de Pedro Miguel Sobko; y también como partícipe necesario de la privación ilegal de la libertad, en concurso con aplicación de vejaciones, apremios ilegales e imposición de tormentos contra un detenido político.
La resolución de Ríos está fechada el 25 de septiembre pasado, aunque Capellino había prestado declaración indagatoria el 18 de septiembre de 2012, ante el entonces juez Gustavo Zonis, en una causa que se tramita por el antiguo Código de Procedimientos en Materia Penal de 1888, vigente al momento en que se cometieron los hechos, y que prevé que las actuaciones deben realizarse en forma escrita.
Acusaciones
Respecto de los casos de Osuna y Fernández, está acusado de haber trasladado al Hospital Militar los restos de ambos militantes en horas de la madrugada del 25 de septiembre de 1976, tras el simulacro de enfrentamiento que las fuerzas represivas montaron en la vivienda de calle Rondeau 1396 de Paraná.
En su indagatoria, Capellino negó haber hecho el traslado de los restos, pero reconoció que estuvo presente en la vivienda en la que fueron asesinados los dos militantes para constatar la muerte de ambos y que lo hizo por orden de un superior cuyo nombre dijo no recordar. En el caso de Sobko, se le atribuye haber sido partícipe necesario del homicidio del militante del PRT-ERP, el 2 de mayo de 1977, ya que fue quien firmó el certificado de defunción mediante el cual se atribuye la muerte de un "NN masculino" por anemia aguda debido a herida de bala en hipocondrio derecho, "por accidente".
Capellino admitió haber confeccionado y firmado el papel, pero dijo que no recordaba el acontecimiento. Lo cierto es que Sobko fue asesinado a tiros por Cosme Ignacio Marino Demonte, procesado por el hecho en el expediente principal de Área Paraná. Un soldado señaló que Sobko ingresó gravemente herido al Hospital Militar y que falleció a las pocas horas. Pero su cuerpo nunca apareció.
En su resolución, el juez Ríos puso de manifiesto que los hechos imputados constituyen delitos de lesa humanidad y con una pena elevada en expectativa, lo que podría acrecentar el riesgo de fuga del médico; también destacó la necesidad de producir medidas probatorias que podrían verse comprometidas en caso de que Capellino sea puesto en libertad y el incipiente estado de la investigación. Así justificó la prisión preventiva.
A su vez, Capellino solicitó primero la excarcelación y luego que se le otorgue el beneficio del arresto domiciliario por cuestiones de salud, pero ambos planteos fueron rechazados por el magistrado y luego por la Cámara Federal de Apelaciones.
HISTORIA
Nacido en Pergamino, de 67 años, el teniente coronel médico Jorge Horacio Capellino se desempeñó como adherente de la Delegación Paraná de la Policía Federal y luego, entre 1974 y 1978, cumplió funciones en el Hospital Militar de Paraná; para luego continuar su carrera en el Hospital Militar de Campo de Mayo.
La acusación contra Capellino consta en un expediente que se desprende de la megacausa denominada Área Paraná. Allí consta que durante la represión ilegal se desempeñaba como teniente primero médico, estaba a cargo del área de Clínica Médica del Hospital Militar de Paraná y era uno de los profesionales que asistía a detenidos políticos alojados en el centro clandestino de detención que funcionaba en el Batallón de Comunicaciones del Ejército, según lo manifestara inclusive Juan Antonio Za- ccaría, condenado en 2011 por su participación en la sustracción y sustitución de identidad de los mellizos de Raquel Negro.
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