El chofer de un camión transportaba un contenedor cargado de electrodomésticos desde San Luis hasta la ciudad de Buenos Aires y en cercanías del cruce de las rutas 31 y 8 le interrumpió el paso un automóvil Peugeot 307 de color gris con tres ocupantes fuertemente armados. Al conductor lo obligaron a descender del vehículo de transporte y lo ocultaron en el baúl del rodado de los piratas.
La víctima, una vez libre pidió auxilio a los playeros de la estación de servicios YPF de Avenida Colón Pergamino. Desde ahí alertaron al servicio de emergencias y concurrió una brigada de operaciones de la Policía de Investigaciones (DDI), a cargo de Miguel Angel Ostoich. La pesquisa que realizaron los detectives de la DDI local y de la sub DDI Colón lo derivaron a la Justicia de Junín, de donde depende la investigación por el robo que ocurrió en esa jurisdicción.
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La charla podría ser la de cualquier previa de un asado con fútbol entre amigos. Pero no: en este caso corresponde a una conversación en clave de una banda de piratas del asfalto que fue desarticulada en marzo de este año en Zárate. Así, donde dice "carne" debe leerse "armas"; los "jugadores" eran los participantes del golpe y el "arquero" el hombre con el dato clave del objetivo a robar: un camión con una carga nunca menor a los 200.000 pesos. "Por debajo de esa cifra, el golpe no es rentable; no justifica poner en marcha toda la logística necesaria", explicó el coordinador de la Mesa Interempresarial de Piratería de Camiones, Gabriel Iezzi.
Este foro, creado en 2009, realiza estadísticas anuales sobre cómo operan las bandas dedicadas a asaltar transportes de carga. Uno de los datos más llamativos relevados el último año muestra que los ladrones ya no apuntan tanto a los productos de alto valor agregado, como los electrodomésticos o artículos electrónicos (apenas 8% de los golpes), sino que prefieren los artículos de consumo masivo: alimentos (31%), perfumes (20%) y medicamentos (11%).
Este estudio se hizo en base a 1.628 golpes relevados por esta mesa antipiratería, que reúne a unas 80 empresas de transporte y logística, además de organismos oficiales como el Ministerio de Seguridad de la Nación, sus pares de Capital y provincia de Buenos Aires, fuerzas policiales y entes recaudadores como ARBA y AFIP. También, las cuatro fiscalías específicas en piratería del asfalto que se crearon a instancias de este foro: las de Escobar, San Martín, Lomas de Zamora y Zárate.
El promedio de robos es de 4 por día, casi 150 al mes. Otro dato significativo: nueve de cada diez robos ocurren a no más de 50 kilómetros del Obelisco. El 67% se producen en el conurbano, el 22% en la Ciudad y el resto en el interior del país. Las zonas preferidas: el 52% de los robos se da en el sur del GBA; el 31% en el oeste; y el 17%, en el norte. El partido con más golpes es Lomas de Zamora (18%), mientras que Parque Patricios (13%) es el barrio porteño más afectado. La zona sur desplazó a la norte en la preferencia de las bandas, se aseguró en un encuentro de la Asociación Argentina de Logística (Arlog) Esto es por la presencia de fiscalías específicamente dedicadas a la piratería, indicaron.En la Mesa Antipiratería coinciden: es clave centralizar la investigación porque se trata de una modalidad de delito organizada y que pone mucha logística en juego. "Tienen estructura pira- midal: un líder que planifica el golpe según un pedido específico de mercadería que le hacen, un jefe intermedio y, en la base, están los ' gatilleros ', la fuerza de choque que da el golpe, a la que se le promete una suma pre-acordada por cada hecho", explicaron.
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