En ese plano, el oficialismo del Frente para la Victoria, que luego de las PASO quedó sumergido en un debate interno del que participaron intendentes, militantes y el propio Gobernador Daniel Scioli, comenzó a admitir poco a poco que esas elecciones fueron un “llamado de atención” del electorado y que existe la necesidad de corregir algunas políticas clave en el país, que supusieron un costo electoral.
Bajo esa premisa, la presidenta Cristina Fernández modificó su discurso en un movimiento que la llevó de la falta de reconocimiento de la derrota a la convocatoria a sectores gremiales y empresarios a debatir sobre el estado de la economía nacional, lo que derivó en un intercambio de ideas respecto a cómo atacar problemas como la inflación o la incidencia del impuesto a las ganancias en los sueldos de los trabajadores.
Tras esos ejes básicos que replican los candidatos, se decidió proseguir con el acompañamiento de Scioli y CFK al candidato Martín Insaurralde, con énfasis de la presidencia del Gobernador, que a su vez endureció sus posiciones sobre todo frente al massismo, al que considera su principal competir de cara al 2015, en los recorridos territoriales.
En ese marco, el kirchnerismo apuntará a contener al electorado de los distritos que gobierna pero perdió o ganó por poco margen ante el Frente Renovador de Sergio Massa, sobre todo en la tercera sección electoral, al sur y oeste del Conubano. El objetivo será en ese contexto, superar el piso histórico del 30 por ciento del PJ que Insaurralde no alcanzo en las PASO.
Un rol central tendrán en la nueva etapa los intendentes del PJ alineados a la Casa Rosada, que más allá de las diferencias con sectores del ultrakirchnerismo como La Cámpora, apostarán a cuidar sus propios poderes territoriales, y pretenden ganar en las elecciones de concejales.
En el oficialismo admiten que Insaurralde "todavía tiene 20 por ciento desconocimiento" en la opinión pública, por lo que se estima que parte del refuerzo se trasladará también a los distritos del interior, en muchos de los cuales no llegó a hacer campaña. También es factible que refuerce su presencia mediática, aún en aquellos espacios que el oficialismo considera “opositores”.
Massa, por su parte, repetirá la estrategia de campaña que utilizó para las primarias, que contempla visitas a los principales distritos de la provincia para "profundizar su mensaje".
"La idea es continuar con el mismo mensaje, seguir el mismo camino. No nos vamos a desviar ni un segundo para llegarle a todo el mundo con la mayor claridad posible", indicaron fuentes del massismo.
El candidato que logró una importante victoria en las primarias sobre el kirchnerismo tiene previsto viajar este fin de semana a Mar del Plata, donde participaría de actividades junto a otros dirigentes de su espacio.
El distrito de General Pueyrredón, de la quinta sección electoral, fue uno de los que resultó adverso para el referente del Frente Renovador. También tienen previsto reforzar su presencia en la sexta sección, donde los resultados tampoco fueron tan buenos.
"Vamos a tratar de ir a todas las secciones posibles", remarcaron y detallaron que a los lugares a los que no pueda ir Massa se los cubrirá con el resto de los candidatos como el intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi; el ex gobernador Felipe Solá; y el ex titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, entre otros.
Por su parte, el primer candidato a diputado por el frente Unidos por la Libertad y el Trabajo, Francisco De Narváez, reforzará su presencia territorial en el interior de la provincia y el conurbano, especialmente en el partido de La Matanza, para convencer al electorado que sólo su espacio dentro del peronismo representa a una "férrea" oposición.
Con esta estrategia, De Narváez buscará restarle votos a su rival electoral Massa al subrayar que fue funcionario del Gobierno nacional y también mantuvo vínculos como intendente de Tigre hasta antes de su lanzamiento en el Frente Renovador.
Finalmente, Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín, del Frente Progresista, buscarán dar a su campaña un perfil nacional, para colocarse como el único proyecto alternativo al kirchnerismo que supera el carácter distrital. Además, bajo la premisa de que la elección está prácticamente ganada por Massa, llamarán a votar con su espacio, para “dejar tercero al Frente para la Victoria” e impulsar una fuerza no peronista.
En ese sentido, insistirán en que la “verdadera oposición” no puede surgir de variantes del PJ que gobernaron en la provincia en las últimas dos décadas. (DIB)
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