Las propuestas para ayudar a alumnos con dislexia incluyen “adelantarles los textos porque les lleva más tiempo leerlos, tomarles exámenes en forma oral, potenciar el aprendizaje con materiales audiovisuales y acortarles los trabajos que deban presentarse por escrito”.
En la presentación en la Casa de la Provincia de Buenos Aires con funcionarios de las carteras de Educación y Salud bonaerenses, y especialistas argentinos y extranjeros, se indicó que “el problema es más frecuente de lo que se cree: el 10 por ciento de los niños convive con la dislexia, trastorno que tiene raíces genéticas y neurobiológicas”.
Los alumnos, manifestaron, “son inteligentes pero tienen serios problemas para leer corrido”.“La dislexia es una de las más frecuentes Dificultades Específicas del Aprendizaje (DEA), sin embargo muchas veces no se la detecta y los chicos sufren el fracaso escolar porque se les complica leer y escribir”, sostuvo el pediatra Gustavo Abichacra, y comentó que se introdujo en el tema a partir de descubrir que su hijo padecía esta dificultad.
Abichacra presentó la resolución para adecuar la currícula junto con el ministro de Salud, Alejandro Collia, el subsecretario de Gestión Educativa, Néstor Ribet, y la hija del gobernador, Lorena Scioli.Collia explicó que “es clave que los docentes, pediatras, psicopedagogos y fonoaudiólogos se comprometan en la detección temprana de esta dificultad para que la escuela pueda adaptar su forma de enseñar a estos chicos, que son tan inteligentes como cualquier otro, pero que deben convivir toda la vida con este inconveniente”. (DIB)
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