PAGINA PRINCIPAL TAPA PAPEL CONSULTAR ARCHIVOS POR FECHA AVISOS FUNEBRES CONTACTESE

Enviar Artículo a un amigo  
Imprimir Artículo IMPRIMIR ESTE ARTICULO


20/08/2013
Nota de Opinión

Volver a la Ley de Medios


La Semana por Néstor Piccone. Hablar del monopolio mediático no nos exime de analizar qué se entiende por batalla cultural....


Hablar del monopolio mediático nos obliga a volcar en estas líneas algunas visiones de lo que nos dejaron los Medios en esta semana post-PASO. Del triunfo de Sergio Massa y la derrota potencial (ya que la elección se define en octubre) que sufrieron muchas gobernaciones como Catamarca, La Rioja o San Juan. Todas provincias atravesadas por la mal discutida explotación minera.


La oposición política hizo campaña adaptándose a los guiones y escenarios montados por el monopolio mediático. Así se encaramaron sobre el texto que hablaba de fin de época, de un gobierno que dividió a la Argen de Tina, del cepo cambiario, de la inflación, de la necesidad de volver a endeudarse. Del general Cesar Milani, de Lázaro Baez y Cristóbal López.


Falló la comunicación, es el latiguillo que los críticos internos utilizan cada vez que el kirchnerismo sufre una derrota. En los últimos 8 meses el gobierno no obtuvo lo que esperaba en los estrados judiciales por lo menos en dos oportunidades: el 7 D y luego con la denominada Democratización de la Justicia. El domingo 11 de agosto, por si hiciera falta subrayarlo, la sensación política que dejó el recuento de votos es que no queda ningún resto para la reelección. La campaña de Clarín ganó en estos temas. Hasta logró el adverso 6 a 1 con que la Corte Suprema clausuró la Reforma Judicial.


Pero ¿el problema es la comunicación? y el Grupo Clarín ¿es tan poderoso?


El problema es siempre político y Clarín no está solo. La autonomía política renovada y recuperada en los últimos 10 años por una serie sucesiva de actos revolucionarios definidos por Néstor y Cristina no alcanzaron, según la lectura generalizada de oficialistas y opositores, para impedir que el discurso mediático impusiera su agenda.


Clarín es parte de un dispositivo tecnológico, político, económico que a escala planetaria articulan los Grandes Grupos Económicos Transnacionales (GGET) acotando al mínimo el poder de decisión de los gobiernos y la autonomía político-económica de los pueblos.


La batalla cultural no sólo se da en los Medios, como cree la política en general.


La organización de quienes manejan los Medios no necesita una coordinación diaria. Sobre la base de las coincidencias ideológicas y de Proyecto existe un hilo conductor que une al Grupo Clarín, con el holding Vila-Manzano y los socios menores como Monetta y Hadad, los que -a través de la red conceptual- imponen su ideología a todos los demás medios incluyendo a algunos manejados por empresas afines al gobierno y hasta estatales. Porque el problema es político y de disputa de poder. Unos sometidos al veredicto popular, otros no.


La organización de quienes no manejan los Medios requiere de una coordinación diaria.


Perón que, durante más de 4 años manejó LR 3 Belgrano TV Canal 7 no logró hacer un medio peronista. La ideología de los medios quedó impregnada de la impronta comercial, liberal y de mercado que tiñe la historia de la radiodifusión argentina.


La Ley de Medios, que muchos confunden con los 4 artículos que se tramitan en la Corte Suprema de Justicia, no nació para enfrentar al Grupo Clarín, sino para dar una pelea popular, política y económica contra el Proyecto de la concentración económica y la extranjerización. En la Ley 26.522 está el texto con el que, bien aplicado, se pueden sumar algunas herramientas para ganar la batalla cultural. Impedir, desde el Proyecto Nacional y Popular, que se impongan los conceptos que en nombre de los GGET, despliegan los cortesanos del Grupo y su bufón.


La construcción de la Ley dejó también algunas muestras organizativas de cómo con unidad en la diversidad se puede sumar aliados para ganar la batalla. De cómo, reconociendo la fragmentación social y política de los argentinos, se puede construir el Frente Nacional para dar la pelea con los dueños de la pelota y no con los suplentes.


El problema siempre es político-ideológico y no mediático y eso no se resuelve con un punto más de rating sino con unidad, organización y comunicación.


Néstor Piccone. Periodista, licenciado en Psicología. Militante de la comunicación.





Home | Tapa | Archivos | Fúnebres | Consultas
© Semanario Colón Doce - Todos los Derechos Reservados