Al llegar al comando electoral se encontró con un tal Ulises, que en ese momento se sentía como cuando ideó el caballo de Troya por tamaña odisea.
El pediatra en el medio de la calle hacia sonar un «Pito» y muchos seguidores interpretaron que era un acto disimulado de cómo lo había «atendido» al oficialismo municipal.
En tanto, a tres cuadras de semejante alegría se encontraba, El Flaco junto a Ricardo, abrazados y recitando «Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».
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