El tema es profundo e inexplicable y demuestra que existen delitos que llevan una marca del que lo realiza y además no hay más de 15 delincuentes colonenses que lo pueden llevar a cabo, por lo que las investigaciones tendrían que ser muy cortas y efectivas.El colonense identificado como "Corcho" Galván es violento y entre los delitos que se le habría imputado en nuestra ciudad a fines de 2008 son variados y violentos. Según se sabe, los empleados de la Distribuidora "Naran- pol" lo habrían reconocido a Corcho Galvan y a otro individuo identificado como Pérez como autores de robo calificado contra los repartidores de gaseosas.
También las Cámaras externas e internas de la estación de servicio, ubicada en 42 y 19, captaron el momento del asalto y luego lo feroz golpiza que se le propino al sereno. Uno de los involucrados sería "Corcho Galvan. El sereno salvó milagrosamente la vida y su cara quedó tumefacta.El tercer delito que se le imputa es el asalto al supermercado "El sol" de calle 52 y 22, donde también habría sido reconocidoEl otro delito al cual se lo vincula, fue de una violencia inusitada y llevó a los pocos meses a Herminda Ciabattini a su tumba. El caso conmovió a Colón.
Los intrusos que actuaron en- capuchados se habrían llevado 200 pesos y desarmaron literalmente la casa en busca de un supuesto dinero que tenía guardado la víctima. La mujer fue encontrada alrededor de la seis de la tarde por un vecino que le desató el plástico y el camisón.Herminda Ciabatini se encontraba muy dolorida y rápidamente fue llevada al Hospital Municipal . Nunca se recuperó
En el mismo sentido, debemos recordar la ola sucedida esas semanas cuando una mujer fue fracturada en el brazo por el ataque de cuatro jóvenes en calle 48 entre 20 y 21, y que tenía como objetivo el robo de la cartera.
También, una septuagenaria lesionada en la clavícula cuando fue atacada por un joven en calle 46 entre 22 y 23, y otra mujer atacada y golpeada en calle 46 entre 20 y 21 y que sufrió un agudo ataque de nervios.Otro de los casos de una ferocidad increíble fue el de una mujer discapacitada donde un individuo ingresó a su vivienda de calle 10 entre 48 y 49, golpeándola y causándole graves lesiones en su rostro. Cuatro años después
Los sospechosos son «Corcho Galván» y su compañero de andanzas en esta oportunidad de apellido Leiva está detenido en una Comisaria de Venado Tuerto luego de realizar un largo raid delictivo que comenzó en Colón con el robo de una camioneta y término con un asalto en la localidad de Carpintería, San Luis. La investigación la realizó la Comisaría de Hughes. La crónica del robo de una camioneta en nuestra ciudad propiedad del empresario metalúrgico Avetta y un arrebato a una mujer en la localidad de Hughes es por demás llamativa y habla por si sola de las precauciones que se deben tomar debido a que los delincuentes están al acecho, esperando una oportunidad propicia. La empleada que trabaja en un supermercado de Hughes jamás pensó que viviría una situación tan critica caminando las calles de la tranquila localidad santa- fesina. La hora del reloj marcaba la una de la tarde.
La mujer como todos los días laborables, tomó la cartera y dispuso los fajos de billetes producto de la recaudación de la jornada y que debía depositar en un Banco que está ubicado frente a la coqueta plaza céntrica.
La víctima no se había dado cuenta que dos individuos con frondosos prontuarios y radicados en Colón y que eran el "Corcho" Galván y Leiva ", la seguían con la mirada. Uno de ellos se apeó del auto, y le arrebató la cartera con el dinero. La situación duró pocos segundos. Los delincuentes huyeron. La primer afirmación es que los colonenses habían desarrollado una meticulosa y efectiva tarea de inteligencia los día previos.
La investigación policial por testimonios de testigos los llevó a la localidad de Iriart, Santa Fe. En ese pueblo y en la zona rural los cacos se robaron una casilla.
La unión de los delitos
A fines de junio dos colonenses levantaron la camioneta del empresario metalúrgico, Leandro Avetta. La víctima se había apeado para realizar un trámite en un comercio de calle 48 entre 17 y 18. El almanaque marcaba, lunes 30 de abril de 2013.
El vehículo marca Chevrolet S10, doble cabina, color verde, había quedado con las llaves puestas. Los cacos rápidos de reflejos no esperaron. Con suma rapidez encendieron el motor, y se dieron a la fuga por la céntrica calle 48. El destino habría sido la localidad de Iriart. Una investigación llevada adelante por la Comisaría de Hughes, habría determinado que los colonenses con profuso prontuario en hechos contra la propiedad privada tendrían complicidad con otros delincuentes y estarían conectados con una serie de delitos en campos de nuestra región.
En la camioneta de Avetta, los colonenses habrían enganchado una casilla rodante sustraida en Santa Fe que terminaron comercializándola en la localidad de Carpintería, San Luis. El círculo comenzó a cerrar cuando Galvan fue detenido por la Policía de San Luis por la presunta responsabilidad en un hecho de robo calificado.
En tanto Leiva logró fugar y se entregó dias después. En esa tranquilo pueblo turístico y bordeado de montañas y por varios indicios y cruces de información, la policía secuestró la camioneta propiedad de Avetta y la casilla rodante robada en Santa Fe y se pudo relacionar luego de la pesquisa el secuestro de otro auto en Iriart, el arrebato llevado a cabo en Hughes, el robo de la casilla y la camioneta en Colón. Los delincuentes oriundos de nuestra ciudad habían delinquido en tres provincias.
La pregunta es ¿Como Galvan estaba en libertad y porque la inteligencia de la DDI Colón no lo captó que circulaba en la ciudad y donde presuntamente había realizado varios ilícitos? Todo un misterio.
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