Las distribuidoras sin habilitación son el inicio de la cadena de venta de alcohol a menores en comercios que tampoco cuentan con licencia", afirmó el ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia, y agregó que "nuestro objetivo es garantizar que se cumplan las normas en la venta de alcohol porque esa es una forma de cuidar a los jóvenes".
Las clausuras forman parte del relevamiento que inició la dirección provincial de Registro y Control de la Comercialización de Bebidas Alcohólicas (REBA) en toda la Provincia, con el objetivo de verificar donde comienza la cadena de venta de alcohol en forma ilegal.
Las distribuidoras fueron clausuradas por vender bebidas a comercios que no estaban autorizados para el expendio, por carecer de licencia REBA y violar el artículo 2 de la Ley 13.178, que dispone que para la distribución, suministro, venta o expendio de bebidas alcohólicas es necesario estar inscripto en el "Registro Provincial para la Comercialización de Bebidas Alcohólicas".
El operativo se suma a los más de 3.700 comercios, bares y boliches que fueron inspeccionados durante este año en los 135 distritos bonaerenses, de los cuales 580 fueron clausurados por no cumplir con la ley de nocturnidad.
El titular del REBA, Juan Lauro, adelantó que "además de los controles en bares y boliches para detectar la presencia y la venta de alcohol a menores, se apunta a detectar las distribuidoras que abastecen a estos lugares".
En este sentido, el Reba amplió este año las acciones que realiza para detectar la venta ilegal de alcohol, y sobre todo la venta a menores, y controla comercios, supermercados, distribuidoras, almacenes, bares y boliches, fiestas privadas, restaurantes, entre otros.
"Si un kiosco o un bar vende alcohol sin tener licencia REBA es porque alguien lo abastece de manera ilegal, y las distribuidoras no pueden expender bebidas alcohólicas a comercios que no estén habilitados", concluyó Lauro
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