"Normita" como algunos la llamábamos. Se fue en paz, era una mujer de Fé y perseverancia. A pesar de batallar durante un tiempo con una cruel enfermedad jamás se dejó vencer, ni bajó los brazos ante tanta adversidad; nunca sintió odio, rabia y tampoco se dijo ¿y porqué a mi?.
Fue una compañera leal y compartió casi 60 años de matrimonio junto a su esposo el Pastor Eduardo Rodriguez. Crió a sus hijos en el camino de la Fé. Fue una madre y abuela ejemplar.
Predicó y dirigió Alabanzas a Dios con alegría por 36 años en el Santuario de Colón.
Ahora el Pastor Rodriguez perdió su otra mitad, pero seguirá al frente del Santuario porque hay muchas "ovejas" que cuidar. Ella era una mujer simple, con un corazón enorme, siempre dando consejos a quien se los pidiera, jóvenes, adultos, ancianos.
Mucha gente iba al Santuario, o tocaba el timbre de su casa para pedirle oración por enfermos, trabajo y muchas cosas más, y siempre respondía que sí aunque no pertenecieran al Santuario.
Sus rodillas, durante años se doblaron para orar por la ciudad de Colón y por sus autoridades.Por mucho tiempo, supervisó los comedores de la Iglesia donde iban aquellos que más necesitaban.
Dejó sembrada una familia Pastoral para que siga creciendo; quien escribe este recordatorio puede dar fe que en momentos duros y difíciles iba y le pedía oración, jamás dijo no puedo, oraba por mi y toda mi familia.
Es por eso que doy GRACIAS A DIOS, por ser miembro de una iglesia donde nos cuidamos unos a los otros. Y ahora , más que nunca, que "La Pastora Normita" partió, debemos aunar nuestros esfuerzos y seguir en el camino de la Fe.
Creemos en un Dios Vivo y Verdadero, el cual nos fortalece, y como dijo Jesús: "Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí aunque muera vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mi no morirá para siempre. ¿Crees esto?. Juan -11-25 *Por Estela Díaz, Directora de Colón Doce
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