Por una disposición del ministerio de Asuntos Agrarios, unos 16 mil zorros grises serán cazados durante los próximos dos meses en la Provincia. La medida apunta a controlar a una especie que eventualmente atenta contra la cría de pequeños animales de granja pero cuya captura no deja de estar sujeta a un circuito comercial basado en el valor de su piel.
Una de las especies más grandes de su género, el Zorro Gris de las Pampas (Pseulopex gymnocercus) se encuentra en casi todo el territorio bonaerense, así como también en gran parte de nuestro país, Uruguay, Paraguay y el sur de Brasil. Y aunque suele rehuir a la presencia del hombre, a medida que éste avanza sobre su territorio natural suelen aumentar las situaciones conflictivas.
“Cavan pozos para meterse en los gallineros y matan a los pollos o se comen los huevos”, explican desde el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), el ente responsable de garantizar la preservación de la especie pero también fijar las pautas regulatorias para mantener a su población bajo control. Y es que si bien el Zorro Gris no se encuentra entre las especies susceptibles de caza en nuestra Provincia, el Código Rural y su decreto reglamentario permiten “adoptar medidas tendientes al control de especies que por razones circunstanciales se transformen en dañinas o perjudiciales para la producción agropecuaria o para la demás fauna silvestre”. Es en ese contexto normativo que el ministerio de Asuntos Agrarios emitió días atrás una resolución que permitirá la captura de 16 mil ejemplares hasta el próximo 9 de septiembre en casi todo el territorio bonaerense, a excepción de parques naturales, el delta del Paraná, los caminos públicos y los egidos urbanos.
Tal como se lee en la disposición, la captura de zorros grises sólo podrá realizarse con calibres habilitados para caza menor y en Alberti, Alsina, Arrecifes, Ayacucho, Azul, Bahía Blanca, Balcarce, Benito Juárez, Bolívar, Bragado, Carlos Casares, Carlos Pellegrini, Carlos Tejedor, Carmen de Areco, Capitán Sarmiento, Castelli, Chacabuco, Chascomús, Chivilcoy, Colón, Coronel Dorrego, Coronel Pringles, Coronel Suárez, Daireaux, Dolores, Florentino Ameghino, General Alvarado, General Alvear, General Arenales y General Belgrano.
Como así también en General Guido, General Lamadrid, General Lavalle, General Pinto, General Viamonte, General Villegas, Gonzales Chaves, Guaminí, Hipólito Yrigoyen, Junín, Laprida, Las Flores, Leandro N. Alem, Lincoln, Lobería, Lobos, Maipú, Mar Chiquita, Mercedes, San Miguel del Monte, Navarro, Necochea, 9 de Julio, Olavarría, Patagones, Pehuajó, Pergamino, Pila, Puán, Rauch, Rivadavia, Rojas, Roque Pérez, Saavedra, Saladillo, Salliqueló, Salto, San Cayetano, Suipacha, Tandil, Tapalqué, Tordillo, Tornquist, Trenque Lauquen, Tres Arroyos, Tres Lomas, 25 de Mayo y Villarino.
El hecho es que si bien los zorros pueden llegar a ser eventualmente un problema para la cría de animales de granja, son además el centro de un circuito comercial basado en el valor de su piel para la confección de abrigos y estolas.
Y aunque la resolución ministerial sólo establece que “el producto de la caza podrá ser comercializado”, lo cierto es que la única forma de controlar que se respete el cupo de ejemplares fijado por el OPDS es que su captura sea realizada no por cazadores deportivos sino en forma profesional.
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