La voz del gobierno municipal no es la excepción en este caso.
Cuando escuchamos hablar a los dirigentes locales oficialistas, pareciera ser que el municipio es el constructor de una realidad popular, donde los sectores más vulnerables encuentran esa justicia social tan necesaria para la dignidad del pueblo.
Pero cuando damos ese segundo paso, el de contraponer el discurso a la acción y los hechos, caemos en la desilusión más profunda, que es aquella que es hija del engaño.
Este gobierno nos quiere engañar, pero hecho a hecho y día a día, nos damos cuenta de la realidad injusta a la que nos somete.
Es filosofía fundamental de los proyectos populares forjarse en la lucha contra los poderes económicos concentrados, que son los que imponen su poder para seguir sosteniendo la desigualdad, de la que se nutren, a costa del hambre y el sufrimiento del pueblo.
Así es que mientras el Gobierno Nacional intenta clarificar que existe un monopolio comunicacional en el país, que es Clarìn, y que eso en una sociedad democrática no puede ser, porque es necesario y fructífero no escuchar solo una voz, el gobierno local actúa de manera totalmente opuesta haciendo un absoluto silencio cuando un canal local (C.V.C.) fue censurado y sacado del aire por esa misma empresa, Cablevisiòn, que es Clarìn.
El gobierno municipal es cómplice del acallamiento de las voces del pueblo.Otra de las premisas fundamentales de los gobiernos populares es la defensa del espacio público, y otra vez el gobierno local hizo agua en tal sentido.
En el 2010 venció una vieja concesión de una plaza pública a una entidad privada. Cuando todo hacía parecer, por el silencio absoluto de las autoridades, que la plaza iba a volver a ser cedida al privado, apareció un grupo, que se formó para la ocasión, con la intención de no permitir la entrega de un espacio público a manos privadas.
Desde ese grupo, del que tuve la suerte de haber participado, se juntaron más de 2.000 firmas (Y fue en un solo fin de semana) para que esa plaza no se volviera a concesionar, y quedara en manos del municipio para disfrute y esparcimiento del pueblo.
Por supuesto ese grupo nunca fue recibido por las autoridades municipales, y la plaza se volvió a concesionar a la entidad privada.
En este caso dos cosas han quedado más que claras: 1; El municipio prioriza los intereses privados a los intereses del pueblo. 2; A la actual gestión le molesta la participación popular.Por otra parte, pero no menos importante, es el hecho de la obra pública en la ciudad, tema espinoso si los hay.
Resulta ser que paralelamente al comienzo del gobierno local, daba sus primeros pasos una pequeña empresa privada de construcción. Paso a paso esta empresa fue ganando una a una las licitaciones de obra pública.
Tal es así que a pesar de la existencia de un obrador de construcción, el de la cooperativa eléctrica, y que este debería tener prioridad en las obras de construcción Estatales, ya que la filosofía cooperativa significa el crecimiento conjunto y no individual, este obrador hoy está destruido, y la empresa privada contrariamente se posicionó como una de las empresas más importantes de la ciudad.
Algo habrá tenido que ver en esto un gobierno que se dice popular, pero que pone siempre los intereses privados sobre los intereses y la justicia social del pueblo.Otro de los temas a destacar es el de la salud.
Bien sabemos todos que a pesar de que el hospital local es público, son muchas las veces en que a los vecinos que se acercan hasta el lugar, algunos médicos les solicitan el tan popular y lamentable plus.
Sin embargo, este gobierno local sabiendo que esto ocurre en nuestro hospital público, se queda de brazos cruzados y en silencio, otra vez, como siempre, privilegiando intereses corporativos en total detrimento de los intereses y necesidades del pueblo.
La consigna de hoy es la misma de siempre. ¿Pueblo o corporaciones?, ¿Justicia social o defensa de los privilegios?
Este gobierno, a pesar de sus lindas palabras, nos demuestra su posición dia a dia con sus hechos, y con esta posición nos da la respuesta.
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