En la sesión ordinaria del H.C.D. (Honorable Concejo Deliberante) se vieron sobre esta problemática dos posturas claramente diferenciadas.Por un lado, la postura del concejal Pedro Solé, meramente inmediatista, basada en los hechos delictivos padecidos últimamente por nuestra gente. Y por otro lado, la postura de los concejales oficialistas Traficante y Turre, que apuntaron más a una cuestión de fondo, eludiendo, claro está, la problemática inmediata.
Es claro que no hay casualidad en la nueva puesta en debate de esta problemática. La ola delictiva de estas últimas semanas y meses, vuelve a reflotar un sentimiento de desprotección, producto de la envestida delincuencial latente.No pasa una semana sin que nos enteremos de algún robo de cierta magnitud. Esto no pasaba tan seguido años atrás, cuando podíamos enorgullecernos porque dejábamos las puertas abiertas de la casa y el auto, o las bicicletas en las veredas sin candado o cosa que se le pareciese. Aquellos años han quedado tristemente lejanos. Hoy, aquella tranquilidad de años anteriores, se nos vuelve un recuerdo entrañable, pero lejano.
Es una pena que una ciudad chica como la nuestra tenga que padecer esta desprotección por parte del Estado.Pero la única verdad, es la realidad, y la realidad nos muestra que día a día los conflictos sociales y la delincuencia, van en aumento.Pero, ¿qué hacen los responsables locales por esta problemática?Parece ser que no demasiado, o en todo caso, la situación se les ha ido totalmente de las manos. Se les ha vuelto algo incontrolable.
No podemos abocarnos, como pretenden algunos, meramente al robo, hurto, acto delictivo, sino que hay que ir más allá. Claro, hay que hacer algo con eso, con la situación real e inmediata, pero con eso solo no alcanza. En realidad, estamos fallando (también) en lo más grave, en la cuestión de fondo.Hay inseguridad, por supuesto, eso es evidente, pero por sobre todas las cosas hay problemas de fondo, mucho más profundos, íntimos y preocupantes.
El concejal Traficante dijo en la sesión “la falta de oportunidades, las desigualdades, la violencia familiar, la del genero, son las principales causas de la inseguridad”,.Acuerdo con algunas de las cosas que dice el concejal. Pero ahora, la pregunta sería, ¿Y qué ha hecho esta gestión para trabajar por esas causas?Turre, siguiendo la línea de Traficante, dijo que la inseguridad no se termina con mano dura (cosa que comparto), sino que se debe trabajar socialmente, desde la cultura, el deporte, y la contención y acompañamiento estatal (sigo estando de acuerdo). Pero el problema está en que poco y nada se hace desde este municipio en tal sentido.
La secretaría de deportes, que tendría que jugar un rol fundamental en la contención, como estrategia primordial a la hora de resaltar y fortalecer valores como el sano divertimento, la igualdad, la amistad y solidaridad, etc, etc., y yendo concretamente al tema que estamos tratando, también en sacar a los chicos de la calle y brindarles herramientas que lo contengan, lo entusiasmen, e incentiven, y ¿cómo no? le forjen un nuevo sentido a sus vidas, no lo está cumpliendo.Esta secretaría de deportes, gestión Casi, cuenta como su proyecto más ambicioso en tal sentido, con “Los barrios juegan”.
Si hablamos de un mero divertimento, de simplemente pasar un rato con los chicos, una vez cada tanto, bueno, en ese sentido, este programa algo aporta, es mejor que nada.Pero la realidad es que este programa no cumple ni por asomo con lo que tendría que proponerse, siguiendo el título que lleva.Los barrios juegan es un programa que desarrolla la Municipalidad, que consiste en el recorrido por distintos barrios de la ciudad, con algunas herramientas deportivas para chicos, cerrando la jornada con sorteos entre los asistentes.
Resulta irrisorio pensar que este programa sobrepase el mero divertimento, pongamos por caso, trascendiendo a lograr algún tipo de trabajo social y de contención.De nada sirve un programa si gira de barrio en barrio, lo que significa que una vez realizado en tal barrio, transcurrirán varias semanas para que vuelva al mismo barrio. Lo que quiere decir que a los pibes del barrio se los ve, con suerte, una vez por mes. Osea, se parece más a un acto de demagogia (o de mero divertimento, como dije antes), pero nada tiene que ver con la contención social.Sería un buen proyecto, en principio, multiplicar los playones como el existente en calles 20 y 58, y construir uno en cada barrio de nuestro pueblo.
Es un claro ejemplo de la política de esta gestión local, el abandono al que están dejando aquel playón de calles 20 y 58, no solo por no desarrollar actividades con asiduidad en el lugar o al menos fomentarlas, sino que además, basta darse una vuelta para comprobar que no tiene siquiera luminaria, lo que simboliza la importancia que esta gestión le da al deporte y la cultura en los barrios.Desde los gobiernos Nacional y Provincial se están desarrollando algunas políticas en tal sentido, que involucran activamente a los municipios, tal es el caso del “Programa de responsabilidad social compartida ENVIÒN”.
Extrajimos esta información del Blog oficial del Programa ENVIÒN:
"El programa Envión apunta a restituir los derechos de los jóvenes y garantizar el acceso a la educación, la salud y el trabajo a partir de acciones de inclusión, protección y prevención. Desde estas acciones se impulsa la inserción y finalización de la escuela, la capacitación laboral, y la promoción de la salud a partir de actividades educativas y sanitarias. El ENVIÓN es ejecutado a través de los Municipios, quienes designan los barrios y las sedes en los que se desarrolla el programa.
Se desarrolla en una sede donde los jóvenes destinatarios desarrollan actividades como:- Apoyo escolar.- Capacitación en oficios.- Talleres de arte y comunicación.- Espacios deportivos y recreativos.- Talleres de reflexión sobre temas asociados a sus identidades, deseos y necesidades.- Acciones de promoción y cuidado de la salud.
Baste dar a conocer esta información para que quede claramente establecido que tal programa, en nuestra ciudad, no funciona, no cumple con los medios, ni mucho menos con los objetivos que este programa se plantea.
El gobierno municipal no se conforma solo con no elaborar programas locales propios para proteger, contener y brindar mayores posibilidades a los sectores más vulnerables, sino que además inmoviliza en gran parte los programas Nacionales y Provinciales que exigen de su participación para su efectivo cumplimiento.
Quizás, en estos próximos tiempos, lluevan desde el municipio miles de productos, sea mercadería o maquinaria, consecuentes con su política de dádivas al pueblo, pero va a seguir, como hasta ahora, al margen de los problemas profundos y reales de nuestra gente.
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