Los cacos realizaron una prolija tarea de inteligencia debido a que la víctima todos los días iba a cenar a la casa de su hermana y aprovecharon esa salida para robar.
Los ladrones esperaron que se retirara y cortaron un alambrado olímpico del patio del fondo de la vivienda al que enrollaron prolijamente.
Una vez en el predio entraron a la casa por una ventana y se dirigieron a la planta alta donde revolvieron el mobiliario en busca de dinero en efectivo, sin hallarlo.
Aparentemente el regreso de Hanón, hizo que los ladrones huyeran llevándose solamente el LCD y olvidándose el control remoto.
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