Familiares del genial cantautor, Daniel Albarracín, sostienen que fue enterrado con vida. Por tal motivo la hija del "lagunero" realizó una presentación judicial contra una médica, un enfermero y un directivo del Servicio de Atención Comunitaria (Samco) de la localidad de Me- lincué; cabecera del departamento General López.
Daniel "El Lagunero" Albarracín fue un genial músico que descolló por su potente voz pero también fue conocido por su notable parecido físico con Horacio Guarany y hasta incluso por su forma de cantar y vestirse. El año pasado encontró la muerte tras una larga dolencia. Su hija, Natalia Albarracín, fue quien hizo una presentación en la Justicia para que se investigue el caso ya que sostiene que su padre fue enterrado cuándo aún estaba con vida.
Albarracín, también apodado Tino, padecía una afección en los riñones que derivo en diálisis. Lo hizo durante su último año de vida en el sanatorio San Martín de Venado Tuerto. Como consecuencia de esa dolencia, entró en una profunda depresión y se le diagnosticó anorexia nervisosa. Había adelgazado 60 kilos.
Tras estar internado un mes en el sanatorio Abel Beroiz de Venado Tuerto, Albarracín fue dado de alta a mediados de mayo de 2012 y le colocaron una sonda gástrica. El 27 de junio de ese año el lagunero comienza a tener fiebre pero le aplican una inyección de novalgina y aparentemente estaba estabilizado el día jueves.
El viernes 29 de junio rechaza el desayuno a las 7,30 horas y comienza a sentir malestares por lo que fue derivado al Samco local. Allí fue atendido por la médica Silvia Ciancia, el enfermero Gabriel Ritondale y la paramédica Carina Nardi quienes constataron el fallecimiento de Camili Daniel Albarracín. A las 9,30 horas van a retirar el cuerpo para proceder a su velorio pero "sin tener el certificado de defunción", señaló la hija Natalia Albarracín.
"Con mi madre y mis hermanas permanecimos junto al cuerpo inerte de mi padre pero todas constatamos que estaba tibio y con las manos blandas. A las 14 horas nos acercamos y le pusimos la música que él tocaba y vemos una mueca de sonrisa en su cara. No dijimos nada para no parecer que estábamos locas", dijo Natalia.
A las 20,30 hs Natalia se retira a descansar a su casa y regresa a las 23 horas al velorio y vuelve a notar que el cuerpo de su padre estaba tibio "cómo si estuviera vivo". Ante la duda los familiares pidieron que se constate esa sospecha y la médica del Samco, Teresa Palomar, le realiza un electrocardiograma que constata el fallecimiento del «Tino» pero a su vez se plantea la duda en función que el cuerpo aún estaba con una temperatura inapropiada para un muerto.
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