Dicen los expertos que se trató de un fenómeno meteorológico extremo, de esos que suceden muy raramente. ¿Eso quiere decir que por ser que estos fenómenos al ser «extremos» son imprevisibles? No soy meteorólogo ni nada por el estilo, pero la respuesta es no.
Por razones que no vienen al caso me habitué a navegar ciertos sitios en la Internet que suministran información acerca del clima. Una semana antes de la tormenta varios sitios como Fallingrain, Infoclima y Accuweather coincidían en sus pronósticos extendidos: consideraban alta la probabilidad de tormentas muy fuertes con mucha precipitación de agua sobre la ciudad de La Plata para el martes 2 de abril. Sin tanta anticipación, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta a la que nadie parece haberle dado importancia.
Pero como experto en comunicaciones institucionales sé que este tipo de emergencias pueden anticiparse, dado que se trata de una emergencia de incógnita conocida; es decir, es posible prever la ocurrencia de estos fenómenos para lo cual hay que disponer de herramientas específicas que ayuden a determinar cuándo pueden ocurrir, dónde y con qué magnitud. ¿Acaso no dijo Macri en diciembre del año pasado que durante 2013 habría cinco o seis tormentas muy fuertes como la del martes? Se trata de construir hipótesis de trabajo para planificar aquellas acciones que permitan prever y mitigar los efectos de la emergencia en la población y retornar lo más rápidamente posible a la normalidad.
Se trata entonces de contar con un plan estratégico con fuerte participación ciudadana que apunte a minimizar las consecuencias de estas emergencias. La democratización plena de la sociedad también implica empoderar a los vecinos para actuar en este tipo de emergencias. Si algo pudo comprobarse el martes es que si se organiza el potencial creativo, de solidaridad, entereza e incluso de arrojo y valentía de los ciudadanos las cosas serán muy distintas en el futuro si tenemos que afrontar una situación similar.
Y no digo esto desde la teoría. Soy platense, me inundé, me ayudaron, ayude, estuve con mi familia toda la madrugada del miércoles a la intemperie en la calle abrigándonos y dándonos fuerzas con esos hermanos de la vida que son los vecinos.
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