Sí, una y mil veces, primero en tono suave, hasta el crescendo que resonaba y estallaba en todo el predio del Club Náutico de Melincué. Esta canción sintetizaba la experiencia vivida en la Laguna de Melincué este fin de semana que pasó por parte de “Los Tiburones del Paraná”.El Domingo 17 de Febrero se realizó la 15º Experiencia de nado y 5º Integrada en la laguna de Melincué.
Participaron más de 200 nadadores con y sin discapacidad en varias pruebas divididas por edades y capacidades. Con la presencia de nadadores colonenses, quienes se sumaron a la propuesta de Nadar para celebrar la Diversidad: Alicia Azcurra, Juan Carlos Florenza, Mabel Vigani, Magaly Mascardi, Juan Mascardi, Carlos Cúneo, Guillermina Scarpeccia.
Con el equipo colonense participaron Ana Bernarda Directora de la Escuela Nº 501 de Colón, de la ciudad de Pergamino y Victor Fernández de Hughes quien entrena con el equipo de Aguas Abiertas en nuestra ciudad.
Los nadadores de Colón participaron de la emocionante jornada con alegría y la firme convicción de los lemas que promovían el encuentro "La discapacidad es una cuestión de Derechos Humanos", "No se trata de eliminar las diferencias sino de unirnos sin modificarlas".
El nexo entre los colonenses y "Los Tiburones" surgió por el trabajo de realización audiovisual de Juan Mascardi que en el capítulo "Agua" de la serie documental "Sustancias Elementales" muestra los valores que guían a "Los Tiburones del Paraná" en su lucha por la integración.
La nadada Hubo 6 pruebas diferentes, para los más de 200 nadadores participantes, desde algunos metros para los bebés debutantes hasta los 6 km de los más grandes, largando desde el viejo hotel, postal y símbolo de Melincué. Todos pudieron nadar y demostrar lo que saben.
PerlitasHay muchas: fue emocionante ver al grupo de adultos que después de haber nadado cerca de tres horas ininterrumpidas, cruzando prácticamente la laguna, al tocar lo playo se pararon y, abrazados, llegaron caminando. Emocionante. Los bebés, que se movían como anguilas, al fin “cachorritos” de tiburones, mostrando que ellos también quieren su lugar en estos desafíos.
Los nadadores en sillas de rueda que, dejando su herramienta de traslado en la orilla, en brazo de sus Profes, se adentraban lentamente hasta verles apenas la cabeza. En una de las pruebas, mirando desde la laguna a la llegada, pudimos divisar no solamente la multitud que acompañaba y las banderas flameando, sino una decena de sillas vacías que esperaban a sus dueños que llegaran de la travesía. Lástima no haber tenido una cámara para esa foto, hubiese sido impresionante.
Los familiaresEs cierto que “Los Tiburones” es un proyecto colectivo y en donde están involucradas las personas con discapacidad y sus familias, bastaba echar un vistazo para ver aquí y allá papás, mamás, tíos abuelos, todos colaborando: unos poniendo banderas, otros acomodando pasacalles o inflando boyas, o dando una mano en donde sea y, los que no podían hacer una actividad porque todo estaba cubierto, en la desesperación por hacer algo, se acercaban con un mate tibio y rico ofreciéndolos a modo de camaradería, a los que estaban en acción.
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