La falta del cálculo de gastos y recursos es un dolor de cabeza para los jefes comunales: no solo deben hacer funcionar a sus distritos con el Presupuesto asignado para el año anterior en medio de un contexto inflacionario, sino que no pueden contar con aumentos de tasas, ni avalar subas de salarios municipales, lo que les genera otro frente conflictivo.
En esta situación se encuentra, por caso, Trenque Lauquen, donde el intendente Raúl Feito no logró aún que el Concejo Deliberante apruebe el nuevo Presupuesto y la Ordenanza Impositiva. El Ejecutivo municipal pidió la semana pasada la realización de una sesión extraordinaria para darle tratamiento a los expedientes, pero aún no recibió respuestas.
En el departamento deliberativo las aguas está divididas: sobre un cuerpo de 16 ediles, el FpV y la UCR tienen 7 concejales cada uno, y el oficialismo deberá apelar a los monobloques del PRO y Unión Celeste y Blanco para conseguir la aprobación.
La falta de definiciones generó fuertes cruces entre el intendente y los concejales opositores, quienes señalaron que el presupuesto de 288 millones de pesos enviados por el Ejecutivo está “sobredimensionado”. Por su parte, Feito dijo que los ediles son “los ‘Lilitos Carrió’ de Trenque Lauquen, pero no aportan nada”.
En Luján, el panorama no es muy diferente: la negativa del Concejo a aprobar el Presupuesto oficial obligó al intendente, Oscar Luciani, a bajar los porcentajes de aumento de las tasas municipales –que en algunos casos rozaban el 400% de suba- para lograr destrabar el debate.
El proyecto sería elevado a los ediles la semana que viene, según indicó el concejal oficialista Carlos Pérez, presidente de la Comisión de Economía del HCD. En declaraciones al portal El Civismo, Pérez consideró que “el proyecto será muy distinto respecto del anterior”.
Similar es la situación en la que quedó el intendente de Balcarce, José Echeverría, quien por estos días convocó al Concejo Deliberante a sesiones extraordinarias para lograr la aprobación del Presupuesto, que aún no fue tratado por el cuerpo.
Marcha y presión salarial
Según la Ley Orgánica de las Municipalidades, los ejecutivos municipales deben remitir el presupuesto antes del 31 de octubre, fecha que raramente se cumple. Caso contrario, el Concejo Deliberante tiene que prorrogar ese plazo, o está habilitado para confeccionar un proyecto propio, aunque no debe superar los montos de recaudación del año anterior.
En tanto, si la norma no es aprobada antes del 31 de diciembre, el intendente debe manejarse con el Presupuesto anterior hasta tanto consiga el aval del Concejo.En Azul, además de los problemas propios del trámite legislativo se sumó otro actor: los trabajadores municipales, quienes semanas atrás impidieron el tratamiento del Presupuesto tras marchar al Concejo en reclamo de mayores aumentos salariales.
Los trabajadores, que a principios de mes tomaron la municipalidad, se movilizaron en protesta por la falta de un acuerdo salarial, y el presidente del cuerpo pidió la suspensión de la sesión en la que debían probarse los números para 2013.
En el Concejo, el FpV mantiene una ajustada mayoría que le permitiría aprobar las normas sin ayuda opositora, pero una situación insólita se lo impide: tras la protesta que impidió la sesión, el recinto cerró hasta el 4 de febrero por reformas, de modo que hasta esa fecha no habrá sesión, y el municipio funcionará son los números y las tasas actualizadas.
Finalmente, otro distrito “paralizado” es 9 de Julio. A principios de mes, el Concejo Deliberante rechazó la propuesta enviada por el intendente Walter Battistella (UCR), quien este mes deberá insistir en el asunto.
En diálogo , Battistella aseguró que el Presupuesto, que presentaba gastos por 132 millones de pesos, no fue aprobado porque “faltó mucho trabajo de comisión entre los concejales”.
El intendente señaló además que el Presupuesto cuenta con un 10% de aumento para los trabajadores municipales a partir de abril, suba que no podría aplicarse si no se aprueba la nueva normativa.
Lo curioso es que el Concejo sí aprobó la ordenanza Fiscal Impositiva que prevé fuertes subas de tasas, otorgándole a Battistella los recursos para gobernar durante 2013, pero no el modo de gastarlos.
Un caso particular se dio en Mercedes, donde el intendente Carlos Selva –cercano a Massa, quien mantiene una fuerte disputa con los concejales que responden a La Cámpora- vetó a principios de enero tres artículos del Presupuesto que había sido aprobado semanas atrás.
Se trata de dos puntos de la Ordenanza Fiscal e Impositiva y de un “agregado” al Presupuesto por el cual se ordenaba pagar a los empleados municipales un 3% por año de antigüedad contra el 1% fijado por el Estatuto de los empleados municipales. Ahora, será el Departamento Deliberativo quien deba reafirmar los artículos cuestionado, aunque necesitará el acompañamiento de dos tercios de las bancadas.
Otros distritos con problemas Si bien cuentan con su Presupuesto y las tasas actualizadas, muchos intendentes tuvieron que “sufrir” más de la cuenta y esperar hasta fin del año pasado, e incluso principios de 2013, para obtener las herramientas económicas.
En Pergamino, el HCD lo aprobó a principios de enero por una ajustada mayoría, puesto que el FpV le reclamó al radicalismo más tiempo para estudiarlo. También en Henderson la ordenanza madre fue aprobada sobre el filo del año y de forma ajustada, debiendo intervenir el presidente del cuerpo para desempatar a favor del Ejecutivo.
También San Nicolás y Ramallo consiguieron su presupuesto “sobre la hora”, en sesiones convocadas entre las fiestas de fin de año. En San Nicolás, las subas de tasas y del boleto del colectivo que se aprobó ese mismo día generaron airadas protestas de organizaciones juveniles. (DIB)
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