Allí el gaucho matero se enteró que como adolescentes en viaje de estudios y con los bolsillo llenos de papel picado y varias matracas, los funcionarios que lo ocupan citaron a los mejores genetistas del país para ver si podían crear un pinguino color naranja.
Es que como adolescentes previas no pueden decidirse el rumbo que tomarán en la vida y ya no le pueden "mentir más a los padres" que se están haciendo bien los deberes. Cambiando de tema. Año lluvioso y peligroso.
Se corre la bolilla que a tres habitués del Bar La Milanesa, jugando un partido de Truco de gallo, le salieron raices en las alpargatas y debieron llamar al gente del Arbolado Público para ver si lo sacaban o no. Sus parejas dijeron que lo dejen hasta que den algún fruto.
El que se salvó de todo esta problemática fue Juan que le dicen "Abeja obrera" porque solo sale de la casa a "chupar" en los bares.
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