El único puntero continúa siendo Newell’s Old Boys. El conjunto de Martino cada vez marcha más a paso firme y con seguridad luchará para ser campeón. Solidez defensiva, posesión de balón, movilidad de los mediocampistas, experiencia y un Scocco intratable fundamentan las razones por las cuales es el principal candidato al título.
Contra Arsenal sacó la diferencia con los goles del delantero oriundo de Hughes y terminó sufriendo los embates de los de Alfaro que se dieron después de la expulsión de Gabriel Heinze (´15 ST). Hasta pudo empatarlo en la última jugada pero el remate de cabeza de Lisandro López se fue desviado cerca del palo de Guzmán.
Vélez le ganó a Racing un duelo fundamental para no perder las ilusiones de alcanzar a la “Lepra”. Le cortó un largo invicto sin recibir goles y lo bajó del segundo lugar. Pratto aprovechó el rebote de Saja y facturó. La “Academia” tuvo anemia ofensiva y errores defensivos. Lo pagó caro. Se quedó con las manos vacías.
Por su parte Belgrano se recuperó del tropiezo contra All Boys y superó por la mínima diferencia a Unión. El “Pirata” es la revelación y sueña con dar el batacazo. Y no está mal. Cuerpo técnico serio, trabajador y un plantel con hambre de gloria permiten este presente.
Mientras que San Lorenzo convive con los mismos fantasmas. La ida de Caruso Lombardi descomprimió la mala relación DT- entrenador pero hasta el momento no solucionó nada en el juego. Pizzi declara su gusto por un equipo ofensivo pero aún no pudo plasmarlo en la realidad.
Para lo último quedó el análisis del superclásico. La semana anterior escribía en Colón Doce “Los dos llegan mal en lo futbolístico. Los dos están lejos de la punta. Los dos tienen a sus técnicos sin el consenso total de los hinchas. Por eso ojalá gane el juego y no el miedo. El empate parece el resultado que más le conviene a Almeyda y Falcioni …”. Y fue empate nomás. Un partido mal jugado.
Con pocas ideas y situaciones de gol. La estrategia de Almeyda y Falcioni parecía que iba a cambiar después del gol tempranero de Ponzio (´1 “30) con complicidad de Orión. Pero no fue así. Boca jamás fue en busca del empate. Llamativamente los jugadores carecieron de actitud. Todas las pelotas divididas eran para River.
Pases erráticos y falta de ideas hicieron que Barovero sea un espectador de lujo. Mientras que el local tuvo que reponerse a dos cambios inesperados dentro de los primeros ´15. Afuera Ramiro Funes Mori y Aguirre por rotura de ligamento de rodilla, adentro González Pirez y Rojas.
En la segunda mitad, con charla en el vestuario del técnico xeneize de por medio, pateó el tablero. Salió Clemente Rodríguez por Acosta y el sistema táctico mutó de un 4-4-2 a un 4-3-1-2 retrasándose Viatri a la función de enganche. Pese a eso el partido no mejoró.
Hasta que Trezeguet jugó para Sánchez, el uruguayo asistió entre líneas a Mora que con una diagonal dejó desairados a Burdisso y Schiavi, gambeteó a Orión y definió. Parecía historia liquidada. El final de Falcioni y la confianza total hacia Almeyda. Pero al igual que contra Newell’s (mano infantil de Carlos Sánchez) una infracción incomprensible de González Pirez a Acosta puso nuevamente en partido a Boca después del gol de Silva.
Falcioni apostó por Paredes para ir en busca de la igualdad. Las dudas comenzaron a invadir a hinchas, jugadores y sobre todo al DT “millonario”. Almeyda se equivocó feo. No supo cerrar el partido. Mandó a la cancha a Rogelio Funes Mori y sacó a Mora. La figura del partido. El más desequilibrante. Dejó a Trezeguet que jamás entró en juego después de la jugada previa al segundo gol. Le costó caro. El delantero franco-argentino luego de una corrida por izquierda le quedó el balón en el área grande.
Tenía a Sánchez por detrás o la opción de aguantarla. Prefirió rematar con un rival cerca. El rebote tomó a un River achicando para atrás. No intentó un foul táctico o bien presionar a Paredes. El volante tuvo tiempo para pensar, trasladar y ver a Acosta quien envió el centro a la medialuna del área. Tres contra tres quedaron. Mercado, Pezzella, Botinelli contra Viatri, Silva y Erviti. Error grave ya que no hay superioridad númerica. Después la historia conocida. Asistencia de Silva y remate desde el suelo de Erviti. Empate.
Desahogo. Falcioni estuvo cerca de su final pero consiguió oxígeno por intermedio de dos “soldados” suyos como lo son Silva y Erviti. Seguramente se seguirá hablando del cambio de Almeyda como un momento importante de la historia de los superclásicos. La polémica seguirá y tendrá distintos culpables o responsables. No hubo vencedores y vencidos en el resultado pero sin dudas que quedó un sabor amargo para los de River y todo lo contrario en los de Boca.
Perlas de la décimo segunda fecha
LO BUENO: el presente de Newell’s. Puntero, sólido e invicto es el principal candidato a ganar el título
LO MALO: San Lorenzo. La ida de Caruso no solucionó los problemas. El equipo con Pizzi al mando sigue sin ganar y en zona de descenso
LA FIGURA: Ignacio Scocco. El delantero con sus goles fue determinante para el triunfo de Newell’s frente a Arsenal
EL PEOR JUGADOR: Iván Pillud. Tuvo un partido para el olvido contra Vélez. Fue desbordado permanentemente por su sector y perdió a Pratto en el gol.
EL MEJOR GOL: el segundo de Scocco de su cuenta personal. Chilena. Improvisación. Gesto técnico perfecto
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