Por primera vez en su historia la Municipalidad de Colón esta enfrentando una demanda Civil y Comercial llevada adelante por un ciclista que se lesionó cuando la rueda delantera de su pequeño vehículo se incrustó en un pozo de veinte centímetros de profundidad, perdió la estabilidad y su propietario estrelló su cuerpo contra el pavimento, sufriendo lesiones en la cara y quedándole secuelas físicas. El juicio se lleva adelante en el Juzgado Contencioso Administrativo de Pergamino y lleva tres años de duración y todo indica que está ingresando en su etapa final. La demanda
La demanda fue iniciada por "Sergio Daniel B" en febrero de 2009, cuando cayó de su bicicleta y debió ser asistido en el Hospital Municipal Eduardo Morgan con heridas en su cara. El accidente se produjo en calle 54 y 15, siendo aproximadamente las 11 de la noche, cuando la víctima se trasladaba en bicicleta por calle 15 y al llegar a su intersección con calle 54, la rueda delantera cayó en un pozo de 20 centímetros de profundidad y el conductor literalmente voló hacia adelante y golpeó duramente contra el pavimento causándose cortes en la cara.
Un testigo que observó el incidente dijo que el pozo iba de orilla a orilla de la calle y que hacía tiempo que estaba y que tampoco había luz. "Solo había un pequeña luz a mitad de cuadra que no alumbraba nada". Argumentó. La víctima cuando la rueda de la bicicleta se frena con el pozo salió hacia delante y golpeó en el pavimento. El corte causado por el accidente en la cara fue profundo y manaba abundante sangre. Una persona que auxilió al ciclista se sacó la remera, cubrió la cara y lo llevó caminando hasta el nosocomio local.
Los que declararon en la causa judicial indican que hacía como tres años que el pozo estaba en calle 54 y que el pavimento estaba como levantado. También declararon que luego del accidente taparon el pozo, pero antes de eso hubo otros accidentes con motos, bicicletas e incluso a un remis se le reventó el neumático.
Las secuelas
Según consta en la causa judicial y por declaraciones a Sergio Daniel B. le quedaron secuelas como cicatrices en la cara (exactamente en la punta de la mandíbula inferior), no podía masticar, se mareaba y además tenía problemas auditivos.La Justicia sera ahora quien dictamine acerca del caso.
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