Los más de 170 milímetros caídos en Pehuajó en pocas horas, hizo que esa ciudad ubicada sobre la ruta 5 sufriera al menos 20 evacuados, 120 autoevacuados y decenas de casas bajo agua. “La situación es muy grave. Tenemos cinco barrios inundados y las localidades de Madero, Nueva Plata y Magdala, dentro del partido, muy afectadas”, contó el intendente local, Pablo Zurro.
En Pehuajó, si se toman los últimos doce meses, hay zonas donde las precipitaciones rondan los 1900 mm, cuando el promedio histórico es de 900 mm. “Hay mucha gente con agua en las casas pero que no quiere irse. Faltan estaciones de bombeos que fueron desmanteladas en gobiernos anteriores”, agregó el jefe comunal, quien aclaró que tiene el compromiso de Nación para avanzar con esas obras.
Otro partido muy castigado es Carlos Casares, en cuya parte sur hay pequeñas localidades que están casi aisladas. El intendente, Walter Torchio, dijo que Cadret está muy complicado y que pidieron la ayuda de un helicóptero sanitario, mientras que Ordoqui y Hortensia también están comprometidas. “La situación es muy compleja y preocupante. La zona sur tiene un 70 por ciento de sus terrenos con agua”, explicó sobre Casares que ya recibió 150 mm en el mes y 1600 en el año cuando el promedio histórico ronda los 850 mm.
Otras ciudades de la zona muy afectadas son Trenque Lauquen y Henderson, donde en este mes llovieron más de 150 mm y ya superan los 1.300 mm en el año, cifras similares a las de la inundación de la década del ’80. Más al centro, en 25 de Mayo ya cayeron 1400 mm desde enero y en Junín unos 200 mm en el mes, marca superada sólo cuatro veces desde el año 1943.
También en san Nicolás, al norte de la provincia, el fuerte temporal con granizo que castigó en las últimas horas a la región dejó evacuados, anegamientos y cortes de luz en varios barrios. Esto se suma a los problemas que causaron el viento y la lluvia en San Pedro, Ramallo, Colón, San Antonio de Areco, Luján y Zárate.
Por el campo Frente a las nuevas precipitaciones y con la primera siembra de maíz demorada y la imposibilidad de comenzar a cultivar soja, los productores rurales estiman una “reducción importante” de las áreas aptas para el cultivo, y aseguran que en el caso de que el tiempo no mejore, la siembra será por lo menos un 50 por ciento menor a lo estimado.
Mientras que en Pehuajó de un total de 450 mil hectáreas que tiene el partido, 300 mil están “casi a nivel de improductividad”, en Saladillo, el presidente de la Sociedad Rural, Omar Cianficini, estimó que la siembra de soja se reducirá en al menos un 30 por ciento. “El cultivo de maíz temprano –de septiembre y octubre-, ya pasó y se pudo sembrar como mucho un 10 por ciento de lo esperado”, afirmó . Y agregó: “Necesitamos al menos 15 días de sol y de viento para secar, porque ponernos a trabajar ahora es imposible”.
En tanto, el presidente de la Rural de Junín, Rodrigo Esponda, dijo a esta agencia que “existe un grado de preocupación enorme porque el pronóstico extendido no es alentador y en caso de más lluvias deberán seguir postergando los tiempos de la siembra, y eso se traduce en pérdidas millonarias”. Y al igual que Cianficini, afirmó que es necesario “un tiempo prolongado sin lluvias y con sol, porque si no es imposible pensar en la siembra de este año”.
Por su parte, el titular de la Rural de Trenque Lauquen, Rosendo Bilbao, dijo que “el girasol que no se pueda sembrar en estos días se perderá, y los productores proyectan sembrar soja en su lugar”. Y agregó que también existe una gran preocupación frente a las dificultades del cultivo de forrajes, por lo que temen por la reserva de alimentos para los animales, ante el encharcamiento de los campos y la pérdida de pastos. Tanto en este partido –que tiene el 30 por ciento bajo agua-, como en Rivadavia y Carlos Tejedor, los caminos rurales están intransitables, lo que complica la salida de camiones con leche de los campos. (DIB)
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