La Biblia junto al calefón. Un patrullero de la Policía Comunal custodia desde hace más de dos meses las puertas de un galpón que contiene en sus entrañas agroquímicos supuestamente robados.
En todo este tiempo, el expediente judicial se engrosó y suponemos que al designarse una consigna en el sitio sospechado, la maquinaria judicial con todo la tecnología a su disposición (entrecruzamiento de información etc), no pudo averiguar el origen de "supuesto botín".
Un patrullero que tiene como misión recorrer las calles de la ciudad para reforzar la seguridad de los colonenses está "detenido" y "atrapado" en una telaraña de inca- pacidades custodiando una "indefinición judicial"
Más aún los agentes policia- les escasos para cubrir los requisitos mínimos de servicio que tiene la mayor fuerza civil armada del país en la planta urbana y zona rural deben realizar las guardias respectivas.
¿Custodiando que?. Ante esta situación las esperanzas que hechos más complicados desde los niveles de la investigación como el robo a la Cooperativa de El Arbolito o la caja fuerte de la Municipalidad de Colón sean descubiertos parece ser una ilusión de los que todavía creemos. Solo nos resta argumentar "algo anda muy mal en Colón". Es hora de corregir. No queremos nuevos "pue- bladas" reclamantes de Justicia.
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