Según se indicó, las denuncias realizadas en los últimos 15 días de agosto dan cuenta de que los principales problemas de violencia están originados en problemas de comunicación, abuso de poder entre miembros de equipo hospitalario y hechos vandálicos.
Los datos surgen de un relevamiento realizado junto a siete gremios sanitarios que intervienen en los hospitales de la provincia, que analiza los hechos puntuales y busca posibles abordajes para solucionar las problemáticas comunes.
La coordinadora del Programa, Cecilia Pozo, señaló que se trabaja en dos frentes: por un lado, en la detección de hechos de violencia laboral, es decir, hacia el interior del equipo de salud ya sea entre compañeros o bien entre jefes y empleados. En este sentido, "las principales causas detectadas pasan por el abuso de poder, las faltas de respeto y los problemas comunicacionales", explicó.
Por otra parte, se busca detectar, corregir y prevenir la violencia externa, aquella que se produce entre miembros del equipo de salud y los usuarios del hospital. En este punto, "hay situaciones que requieren intervención policial y que no son generadas por el sistema sino por vándalos que ingresan con su violencia al hospital", detalló.
No obstante, explicaron las autoridades sanitarias, existen hechos de violencia entre miembros de la comunidad y el equipo de salud "por causas que requieren otro tipo de abordaje o correcciones del sistema sanitario que podrían evitar o al menos reducir la conflictividad".
Registro de la Violencia
El ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia, indicó que la creación de un Registro de hechos violentos en hospitales "es fundamental para identificar situaciones de riesgo hasta el momento desconocidas o subvaloradas y decidir las medidas correctivas y preventivas, para que no vuelvan a suceder".
Durante una reunión del equipo, se consensuaron los datos que se registrarán en la planilla de registro de situaciones de violencia, que estará presente en todos los hospitales. En ella deben figurar los datos personales de la víctima, el relato del evento, datos de los testigos, del personal de seguridad (en caso de que haya intervenido), además de las medidas correctivo-preventivas propuestas por los directivos del hospital.
Finalmente se consensuó el protocolo de acción en casos de violencia en hospitales. En él queda claro que el director o máxima autoridad presente debe tomar intervención y, luego, comunicar el hecho a la Comisión Interjuris- diccional Mixta, integrada por las autoridades y gremios para que sus representantes concurran al lugar y tomen medidas in situ.
Por último se decidió que en los sectores hospitalarios de mayor conflictividad la dirección debe colocar carteles con los teléfonos a los que las posibles víctimas o testigos deben recurrir en caso de agresiones.
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