En los últimos años se viene observando un incremento en la superficie sembrada de sorgo granífero. Si bien muchas zonas de la región pampeana lo tuvieron décadas atrás como el principal cultivo, su superficie fue disminuyendo drásticamente, siendo reemplazado por otros cultivos como girasol y soja.
El ensayo que posibilitó el trabajo elaborado por Ventimiglia y Torrens Baudrix constó de 20 híbridos pertenecientes a 7 empresas. En la campaña 2011/12, el ensayo de híbridos sorgo granífero se realizó en un campo ubicado en las proximidades de la localidad de French. Si bien el lote presentaba signos de cierta degradación física, motivado por un largo ciclo de monocultura sojera con labranza convencional, el mismo tiene una buena aptitud productiva.
Precisamente, la realización de este cultivo se enmarcaba para los propietarios del campo, en un cambio drástico en la forma de producir, la decisión de hacer sorgo implicó poder aportar volúmenes importantes de carbono al sistema, así como se pensó en este cultivo, también se comenzó a trabajar bajo un sistema de siembra directa, esta conjunción de prácticas, sumadas a otras de manejo, seguramente darán resultados satisfactorios en poco tiempo.
Situación del cultivo El sorgo fue relegado a los ambientes de menor aptitud y el interés no solo fue decayendo por parte de los productores, si no también por parte de los propios semilleros, los cuales no siguieron evolucionando con las mejoras genéticas.
Esta situación parece haber cambiado en los últimos años por varios motivos, reavivando el interés por parte de los productores por este cultivo. De esta manera, los semilleros también han puesto algunos recursos más en el mismo y así nuevos cultivares han aparecido en el mercado.
Probar la genética que el productor tiene a su disposición es importante, y es una tarea que el INTA 9 de Julio realiza, no sólo con el sorgo, si no también con la mayoría de los cultivos extensivos que se realizan en esta zona.
Buenos comportamientos La cosecha se realizó el 3 de junio en forma mecánica, recolectándose para cada híbrido un área de 528,5 m2 (121,5 m de largo por 4,35 m de ancho). El material cosechado fue pesado en carro balanza y tomada su humedad. Con estos datos se calculó el rendimiento de cada uno de ellos, expresándose el mismo en kg/ha a humedad de recibo.
Como se puede apreciar los rendimientos obtenidos fueron muy satisfactorios, la falta de agua en una parte del ciclo (diciembre y parte de enero), no afectó al sorgo como lo pudo hacer con otros cultivos de verano. Esto se debió a varias causas: falta de agua fuera del período crítico, tolerancia del sorgo para soportar períodos sin agua, detención del desarrollo, principalmente próximo a floración, a la espera de mejores condiciones, etc.
Los híbridos tuvieron un comportamiento muy interesante, la media general de rendimiento de los 25 materiales evaluados fue de 7.438 kg/ha. Es posible que dicho rendimiento pudiese haber sido mayor, si el cultivo hubiese recibido la fertilización nitrogenada que estaba prevista.
Mucho por hacer En el epílogo del trabajo los especialistas indican que “Se propone seguir realizando este tipo de experiencias, dado que se presume que con los nuevos materiales que los criaderos van obteniendo, aplicándole un adecuado manejo y destinándole al cultivo lotes de mediana calidad, se podrían alcanzar altas producciones, con inversiones de dinero no muy elevadas. Por otro lado, esta sumamente comprobado lo que significa incorporar al sorgo en la rotación para la sustentabilidad del sistema de producción. La cantidad de carbono que el mismo puede aportar al sistema, lo ubica entre los cultivos de vanguardia respecto a este tema”.
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